Un agente de la AFI macrista procesado por espionaje es candidato en internas porteñas de la UCR

Se trata de Juan Sebastián “Enano” De Stéfano, exdirector de Jurídicos y exnúmero 3 de la AFI. Se presenta como candidato a presidente en la Comuna 2, en la lista que apoya a su padrino político, Daniel “Tano” Angelici.

15 de marzo, 2021 | 05.00

El exagente de la AFI macrista, Juan Sebastián "Enano" De Stéfano, quien está procesado por espionaje ilegal, es candidato en las internas porteñas de la UCR. Se postula como presidente de la Comuna 2 en las elecciones 2021 que se realizarán este 21 de marzo. Integra la lista que apoya a su padrino político, Daniel “Tano” Angelici. De Stéfano fue uno de los hombres más poderosos de la AFI durante el macrismo y ahora, ya fuera de la agencia, busca reciclarse. Fue director de Jurídicos y exnúmero 3 de la exSIDE que condujeron Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, también procesados por tareas de inteligencia ilegal.

De Stéfano fue procesado el 19 de febrero pasado por los delitos de asociación ilícita y falsificación ideológica de documentos públicos en la causa por espionaje que se sustancia (por ahora) en los tribunales de Lomas de Zamora. No se le dictó la prisión preventiva pero se le trabó un embargo de 4 millones de pesos, se le prohibió salir del país y se le retuvo el pasaporte. No obstante, es candidato en las internas del radicalismo. Las fuentes consultadas para esta nota aseguraron que "no se bajó porque la Carta Orgánica le permite competir mientras no esté condenado".

Desde la dirección de Jurídicos, el “Enano” gestó una súper estructura desde la que se ejecutó el plan de persecución de dirigentes opositores que el macrismo desató en los cuatro años que estuvo en la Casa Rosada. La agencia funcionó realizando todo tipo de operaciones que en muchas ocasiones fueron transformadas en denuncias penales, faceta en la que la dirección de Jurídicos cumplía un rol central ya que era la que tenía a su cargo el vínculo con los juzgados. Con la partida de Cambiemos del Ejecutivo, De Stéfano buscó reacomodarse y lavar su imagen.

Antes de estar procesado, el 6 de marzo del 2020, el exespía se inscribió como candidato a presidente de la Comuna 2 (Recoleta) en las internas de la UCR porteña –que se terminaron postergando por la pandemia-. Lo hizo con el respaldo del operador judicial del PRO y exmandamás de Boca Juniors, Daniel Angelici, quien disputa fundamentalmente con Enrique “Coti” Nosiglia –quien nunca aparece de cuerpo presente- la conducción del centenario partido en la Ciudad de Buenos Aires. El postulante del espacio nosiglista que competirá con De Stéfano en la comuna 2 es Pedro Calvo. 

En cada comuna, los correligionarios eligen presidente, vice, secretario, entre otros cargos partidarios, y candidatos a “convencionales” que luego deberán elegir al titular de la UCR en la Ciudad de Buenos Aires. 

Antes de dejar la AFI y estar procesado, De Stéfano ya se había mostrado en público haciendo política partidaria junto a Angelici (como lo refleja la fotografía que ilustra esta nota). El 16 de septiembre de 2019 había participado de la apertura de un local boina blanca en el barrio porteño de La Recoleta. Tal como publicó este medio, en las fotos que retrataron ese evento se lo pudo ver junto al Tano, entre otros dirigentes.

El territorio porteño no es un teatro de operaciones desconocido para el ex Nº3 de la AFI macrista: antes de entrar a la agencia fue en dos ocasiones consejero de la magistratura en la Ciudad. Actualmente, figura como director de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE). Y ahora quiere presidir la Comuna 2 por la UCR porteña.

El procesamiento por espionaje

De Stéfano fue procesado el 19 de febrero pasado por los delitos de asociación ilícita en calidad de miembro y por la falsificación ideológica de documentos públicos en la causa por espionaje que tramita en los tribunales de Lomas de Zamora. Se dictó sin prisión preventiva y con un embargo de 4 millones de pesos. También se le prohibió salir del país y se le retuvo el pasaporte. Junto a él fueron procesadas otras 37 personas, entre las que se encuentran las que integraban la cúpula de la AFI y del Servicio Servicio Penitenciario Federal (SPF) así como agentes de inteligencia del grupo Super Mario Bros y hasta una empleada con despacho en la Casa Rosada como Susana Martinengo. 

Entre los hechos que el juez Juan Pablo Augé le adjudicó a De Stefano figura el espionaje carcelario, es decir, las tareas de inteligencia ilegal sobre los dirigentes kirchneristas detenidos durante el macrismo. 

El procesamiento, en palabras de Augé, fue por hacer espionaje ilegal sobre “personas privadas de la libertad alojadas en el sistema IRIC en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal, sus abogados; familiares; allegados e integrantes de organizaciones políticas y sociales con las que aquellos se vinculaban, en particular aquellos alojados en los pabellones C y D del CPF I”. Entre sus víctimas se destacan: el exvicepresidente, Amado Boudou; el ex número 2 del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta; y los empresarios Cristóbal  López  y Fabián De Sousa; entre otros.

Uno de los delitos que se le imputa a De Stéfano es hacer escuchas ilegales en la cárcel de Ezeiza. Para el juez que llevó adelante esta investigación junto a los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide, “la prueba contundente de que desde el área a cargo de Sebastián De Stéfano, Mariano Ruda Bart y Bernardo Miguens, se escuchó ilegalmente a las personas alojadas en el sistema IRIC, es que transcripciones de conversaciones mantenidas por varios detenidos, ex funcionarios del gobierno anterior al de esa época, que no tenían absolutamente nada que ver con el objeto de la causa y las llamadas que sí podían escuchar según la orden judicial, se filtraron y llegaron a manos de la legisladora Elisa Carrió, por un lado y al colega Fiscal Federal, Dr. Carlos Stornelli, por otro”. 

La referencia es a las escuchas ilegales que dieron pie a la Operación Puf, con la que se buscó derribar el D’Alessiogate durante el gobierno de Mauricio Macri. Esta operación la impulsaron en Comodoro Py Stornelli, Carrió y el juez Claudio Bonadío apenas se allanó el domicilio del espía ilegal Marcelo D’Alessio, es decir, cuando aquel caso paradigmático que desnudó el Lawfare empezaba a dar sus primeros pasos. Ocurrió entre el 7 y 8 de febrero de 2019.

A su vez, a De Stéfano se le achacó “la confección de los informes” falseados para darle fachada de legalidad a actividades ilegales de la AFI. En su resolución de febrero pasado, Augé mencionó los documentos elaborados por la dirección de Jurídicos de la AFI que fueron “presentados ante la Comisión Bicameral de Inteligencia; a los Juzgados Federales a cargo de los Dres. Marcelo Martínez de Giorgi y Federico Hernán Villena”, que “resultan a todas luces ideológicamente falsos por las materialidades introducidas en los mismos”. El magistrado señaló “la participación directa de los aquí imputados Juan Sebastián D’Stefano y Bernardo Miguens” en esos hechos. Se trata de escritos que se presentaron para “justificar” el espionaje a CFK en el Instituto Patria (juzgado de Martínez de Giorgi) y contra otros dirigentes políticos en el marco del evento del G20 (juzgado a cargo de Villena).

“No cabe duda que los nombrados tuvieron participación en este segundo tramo relativo a la elaboración de un circuito interno para la creación de falsedades documentales”, señaló el juez de Lomas de Zamora.

De Stéfano ya había ganado notoriedad antes del procesamiento por espionaje por ser uno de los dos agentes que fue a “apretar” al juez Luis Carzoglio, tal como afirmó el propio magistrado y publicó Carla Pelliza en El Destape. El juez de Avellaneda había señalado a De Stéfano cuando denunció un apriete de la exSIDE en nombre de Macri para detener al sindicalista Pablo Moyano.

Según se reveló en la causa de Lomas de Zamora, la AFI había “cableado” la alcaidía de Melchor Romero. Hay audios de espías que, casualmente, dicen que allí iban a llevar a Moyano.

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