El exdirector general de Asuntos Jurídicos de la AFI, Juan Sebastián “El enano” De Stéfano, fue uno de los agentes con más poder dentro del organismo de inteligencia durante el macrismo. El nombre de este espía, muy vinculado a Daniel “Tano” Angelici, comenzó a repetirse en las investigaciones en torno al espionaje ilegal que involucra al gobierno de Mauricio Macri. Por ejemplo, se lo señaló como el responsable de comandar una “agencia dentro de la Agencia”.
En ese marco, De Stéfano fue convocado por la Comisión Bicameral de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia del Congreso, que está haciendo una investigación parlamentaria sobre las irregularidades en la exSIDE. El exdirectivo estaba citado para prestar declaración en el Parlamento el pasado jueves pero evadió el compromiso. Envió una nota y dejó en claro que ya está asesorado con abogados, a la espera de una posible citación judicial. Desde la comisión lo volvieron a convocar para el próximo martes y le advirtieron que si no asiste lo denunciarán por obstruir el sumario de investigación que están llevando adelante.
La gambeta y el reto
“Creo prudente poner en su conocimiento que, cuando menos de momento, no corresponderé a la invitación enviada”, inició De Stéfano la nota que envió al presidente de la comisión bicameral de inteligencia, Leopoldo Moreau. Su respuesta ingresó al Congreso el 22 de julio pasado. El exjefe de Jurídicos de la AFI justificó su faltazo ante la comisión porque su declaración -dijo- “podría tener incidencia” en la investigación judicial que tramita en los tribunales de Lomas de Zamora. Añadió que, en ese marco, podría vulnerar garantías constitucionales.
“Por consejo de mis abogados y en aras de garantizar el debido funcionamiento del sistema de administración de Justicia, y en resguardo del debido proceso penal como garantía constitucional, considere aconsejable realizar cualquier manifestación directamente ante los tribunales competentes”, señaló en su misiva.
La respuesta de la comisión no demoró en llegar. Este viernes, Moreau le advirtió a De Stéfano que si no se presenta habrá consecuencias.
El presidente de la bicameral argumentó que la citación está enmarcada dentro de las facultades que tiene la comisión como son el control legislativo de los organismos de inteligencia y la potestad de realizar investigaciones. También rechazó que su comparecencia pudiera afectar el devenir de la investigación judicial o vulnerar alguna garantía constitucional.
Por tales motivos, para Moreau no fue válida la justificación que esgrimió el exdirector general de Asuntos Jurídicos de la AFI para faltar a la cita y lo volvió a convocar el próximo martes, a las 14.30. Le advirtió que si no se presenta lo denunciará ante los órganos jurisdiccionales que correspondan por obstaculizar la investigación parlamentaria que se está llevando adelante.
De Stéfano en la AFI
De Stéfano es un actor clave de la AFI macrista. Hombre del radicalismo porteño, tiene como terminal y padrino político a Angelici. Su perfil bajo en tiempos de Macri fue directamente proporcional a su poder dentro de la agencia. Está sindicado como el número 3 en jerarquía en el organismo de inteligencia que condujeron Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. No es para menos: estuvo al frente de la estratégica dirección de Asuntos Jurídicos, la más poderosa de la exSIDE macrista.
Un agente que lleva 17 años en la secretaría de inteligencia y declaró el martes pasado ante la comisión parlamentaria explicó cómo creció el área de Jurídicos durante la gestión de Macri: a partir de diciembre de 2015 “tomó una preponderancia tal que creó una agencia dentro de la propia Agencia”, sintetizó.
“El área de Jurídicos reemplazó completamente todas las funciones del resto de la Agencia”, aseguró el mentado agente que revistó en los últimos meses de 2019 en la dirección de Contrainteligencia de la AFI.
¿Por qué fue tan importante el rol que tuvo Jurídicos? Porque tenía “la exclusividad de la relación con los juzgados”, poseía “áreas operativas”, “hacían escuchas telefónicas” y “llevaban las causas”, es decir, que administraba a quién le distribuía las tareas hacia el interior del organismo.
“Todo pasaba por Jurídicos” aseguró el primer director de Contrainteligencia de la AFI macrista, Diego Dalmau Pereyra, imputado en la causa de espionaje ilegal. “Fue la estructura más fuerte de la gestión Arribas-Majdalani”, coincidió su sucesor en el cargo, Martín Coste, también involucrado en el caso.
La relación de la AFI con la Justicia
El nombre de De Stéfano se repite en diversos testimonios que relatan cómo se armó la coartada judicial para ocultar el espionaje a Cristina Fernández de Kirchner, sobre todo, en el Instituto Patria.
Coste era director de Contrainteligencia al momento de los hechos. En su declaración indagatoria en la causa de Lomas de Zamora contó que cuando fueron detectados los autos de la AFI en la puerta del Instituto Patria, el 7 de agosto de 2018, se generó un gran revuelo en la agencia. Él recién había vuelto de vacaciones y se contactó con la subdirectora del organismo, Silvia Majdalani, para interiorizarse de lo que estaba pasando. De acuerdo a su relato, la señora 8 le dijo que todo ese operativo tenía cobertura judicial. No obstante lo cual, lo envió a la Dirección de Jurídicos, que era el área encargada de relacionarse con el Poder Judicial. Allí se topó con que De Stefano y otro hombre de Jurídicos, Hernán Martiré, estaban reunidos con Alan Ruiz, intentando ver cómo acomodaban los hechos. Ruiz es el jefe operativo de la banda de los Super Mario Bros y está procesado por el espionaje a Cristina.
Finalmente, las actividades se justificaron falseando documentos y diciendo que se estaba investigando un posible atentado contra la entonces senadora y expresidenta.
Tal como publicó este medio, De Stéfano también fue uno de los dos agentes a los que el juez Luis Carzoglio acusó cuando denunció un apriete de la exSIDE en nombre del entonces presidente Mauricio Macri para detener a Pablo Moyano. “Ahí se ve claramente dónde estaba el centro de poder. La Agencia giraba en torno a eso”, declaró uno de los agentes de la AFI que desfiló ante la bicameral parlamentaria.
Y agregó: “También en ese momento analizamos porque nos había llamado la atención lo que había dicho el juez Oyarbide” respecto a “que lo habían agarrado del cuello para que declare” sobre el enriquecimiento ilícito de Cristina Kirchner. “Empezamos a notar como que había algo extraño en la situación con los jueces”, señaló el mismo espía.
En el área de Jurídicos prestaba servicios, entre otros, Bernardo Miguens, exsecretario del juez Claudio Bonadío, a quien también se involucra en la maniobra para esconder las tareas ilegales contra CFK.
Las escuchas paralelas
Históricamente, la dirección de Contrainteligencia era la encargada de transcribir en la agencia las escuchas que se ordenaban en la Justicia. Pero durante el macrismo solo había cuatro personas destinadas a esa tarea en aquella dirección. Y las causas en las que intervenían rondaban el centenar. Arribas y Majdalan definieron que sea Jurídicos la que también se encargase de las transcripciones, ya que contaba “con treinta o cuarenta personas”. Así fue como la dirección de De Stéfano tuvo el control de las intervenciones telefónicas. Por ejemplo, por sus manos pasaron las escuchas del penal de Ezeiza, donde estaban detenidos los presos K, que se utilizaron para montar la Operación Puf, la causa con la que se buscó contrarrestar el D’Alessiogate.
En este contexto, y a la luz de las filtraciones y operaciones que hubo, un exdirectivo de Contrainteligencia dijo respecto a Jurídicos: “Hoy, puedo decir que era un canal paralelo en casi todas las causas”.
El vínculo con el Tano
Tras dejar la AFI, De Stefano buscó reciclarse. El 6 de marzo pasado, por ejemplo, se presentó como candidato a presidente de la Comuna 2 (Recoleta) en las internas de la UCR porteña. Lo hizo por la lista del operador judicial del PRO y exmandamás de Boca Juniors, Daniel Angelici, quien disputaba con Enrique “Coti” Nosiglia la conducción del centenario partido en la Ciudad de Buenos Aires. Las elecciones fueron postergadas por la pandemia del coronavirus.
De Stéfano ya se había mostrado en público haciendo política partidaria junto a Angelici en los meses previos. El 16 de septiembre de 2019, antes del cambio de Gobierno, había participado de la apertura de un local de la UCR en el barrio porteño de La Recoleta. Tal como publicó este medio, en las fotografías que retrataron ese evento se lo pudo ver junto a su pareja, la entonces consejera de la magistratura de la Ciudad, Silvia Bianco (hoy a cargo de la Secretaría de Innovación de ese organismo) y al Tano, entre otros dirigentes.
El territorio porteño no es un teatro de operaciones desconocido para el ex Nº3 de la AFI macrista: fue en dos ocasiones consejero de la magistratura en la Ciudad y en la actualidad es director en Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), la empresa pública que administra los subtes. Mientras era un peso pesado en la AFI aún figuraba como empleado de la Legislatura porteña.