La segunda jornada de Alberto Fernández en México comenzó con una conferencia de prensa furiosa pero a lo largo del día su semblante fue tomando la forma de una sonrisa, a medida que se sucedían una serie de reuniones y encuentros que concluyeron, según confió a El Destape una fuente de la comitiva presidencial, “de la mejor manera posible”. Aunque en la Argentina el asunto vacunas todavía acaparaba buena parte de la atención de los medios, en la burbuja mexicana otros compromisos, económicos y políticos, acomodaban el balance de un viaje que tendrá hoy su jornada de clausura en la ceremonia por los festejos del bicentenario de la independencia.
Fernández tuvo ayer sendos encuentros, cara a cara, con los dos mexicanos más importantes: el presidente Andrés Manuel López Obrador y el empresario Carlos Slim, dueño de la fortuna más grande del país. Los dos salieron más que satisfechos. Entre varios temas de la agenda bilateral que se trataron en el desayuno con AMLO, en la delegación argentina destacaban el apoyo prometido para cerrar un acuerdo que le abra las puertas del mercado mexicano a la carne argentina, un trato que se viene negociando desde enero de 2020 y, con algo de viento a favor, podría cerrarse antes de que concluya esta visita. Se trabaja a contrarreloj en la letra chica.
México también representa para la Argentina un nexo con su vecino del norte: los Estados Unidos. El tema ocupó una parte importante de la charla a solas entre ambos mandatarios. Las nuevas oportunidades que se abren con la llegada de Joe Biden a la presidencia y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (para las que López Obrador ofreció su apoyo) se charlaron en paralelo a la necesidad de profundizar los lazos comerciales entre los dos países. "Incluso, México puede significar para nuestros productos una puerta de entrada al NAFTA", se entusiasmó Fernández, en un breve diálogo con El Destape al culminar la jornada.
La reunión con Slim duró más que lo pautado, tanto que en la puerta del salón Castillo del Hotel Presidente se acumularon los ejecutivos argentinos de firmas mexicanas, que llegaban para el encuentro que le seguía en la agenda. El presidente argentino le agradeció al magnate su inversión y las gestiones necesarias para la fabricación en conjunto entre ambos países de la vacuna de Oxford AstraZeneca para su distribución en toda América Latina y el ministro de Economía Guzmán le explicó que las regulaciones de precios en el sector de telecomunicaciones, donde Slim tiene sus principales intereses, son una medida temporaria y excepcional para anclar la inflación.
El empresario, al parecer, quedó satisfecho con los argumentos porque después de la reunión fue muy elogioso con sus interlocutores. En una charla con medios argentinos, dijo que el gobierno tiene “gente muy capaz” y auguró que “la economía va a tener mucho vigor” una vez que se deje atrás la pandemia. “Tenemos mucha confianza en el crecimiento y la recuperación de Argentina”, agregó, además de ratificar su compromiso con inversiones por “varios cientos de millones de dólares al año” en el país. Slim incluso fue crítico con la política económica del gobierno de Mauricio Macri y elogió a la reestructuración de deuda que consiguió Guzmán con los acreedores privados.
Más tarde, Fernández tuvo tres actividades que deben leerse en tono político. Primero, fue declarado Huésped Distinguido por la alcaldesa de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Más tarde, visitó el Senado, donde recibió una distinción por su compromiso en la relación bilateral y se reunió con el jefe del bloque oficialista, Ricardo Monreal. A la noche, participó de una cena “en mangas de camisa” en la residencia del embajador Carlos Tomada junto al canciller mexicano Marcelo Ebrard. Los conocedores de la política local señalan que Sheinbaum, Monreal y Ebrard son las tres figuras mejor perfiladas para suceder a López Obrador en la presidencia una vez que concluya su mandato.
En paralelo, las cancillerías de los dos países trabajaron en una hoja de ruta “para la reactivación de los mecanismos bilaterales” y redactaron una declaración conjunta que se dará a conocer esta tarde. Allí, ambos países ratificarán el carácter estratégico del vínculo y el compromiso de ambos países con el multilateralismo como herramienta para la geopolítica. Fernández también consiguió el apoyo de AMLO para la iniciativa que lleva adelante con el francés Emmanuel Macron para solicitarle al G20 que declare a las vacunas contra el Covid como un “bien público lgobal”. El documento también incluye duras críticas al rol de la OEA contra la democracia en América Latina.
Hoy será la última jornada del viaje, con una única actividad en la agenda: la visita a la ciudad de Iguala de la Independencia, en el estado de Guerrero, a unos 300 kilómetros de la capital, donde se conmemoran 200 años de la firma del Plan de Iguala, puntapié inicial de la independencia mexicana. Los dos presidentes serán los únicos oradores de un acto donde la integración regional y la soberanía tendrán un fuerte protagonismo. Allí, Fernández intentará dejar atrás los escándalos y ponerle un broche de oro a una de sus primeras salidas fuera de las fronteras del país, una costumbre que, si la pandemia lo permite, el espera repetir varias veces a lo largo de este 2021.
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