Stiglitz califica de peligroso el acuerdo de Prat Gay con los buitres

01 de abril, 2016 | 20.21

Joseph Stiglitz calificó de peligroso el acuerdo del Gobierno con los fondos buitre. En un artículo del New York Times, el Nobel de economía y Martín Guzmán advirtieron de las consecuencias que generará este antecedente en futuras reestructuraciones de deuda en el mundo. "Cómo los fondos de alto riesgo mantienen rehén a la Argentina" es el titular del matutino estadounidense.

Los economistas calificaron a la aprobación en el Congreso del preacuerdo buitre como "una excelente noticia para un pequeño grupo de inversionistas, pero también es un anuncio terrible para el resto del mundo, especialmente para los países que enfrentarán sus propias crisis de deuda en el futuro".

Los especialistas aclararon que "la mayoría de los países se sienten intimidados por sus acreedores y aceptan lo que les exigen, lo que suele traer consecuencias devastadoras", lo que aplican a la negociación que comandó Alfonso Prat Gay con Paul Singer.

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En una investigación dan a conocer que el 52% de las reestructuraciones soberanas con acreedores privados desde 1980 han tenido que añadir otra reestructuración completa o han caído en cese de pagos en los cinco años siguientes. Esto no se aplicaba al caso argentino, que realizó un canje en 2005 y sumó en 2010 a otros holdouts que quisieron ingresar. De no ser por la capitulación del equipo que envió Mauricio Macri a Nueva York, el país no hubiera ingresado en la estadística.

"Argentina fue un caso especial", consideraron Stiglitz y Guzmán. Recordaron que "luchó agresivamente para conseguir los mejores términos con los primeros tenedores de bonos y preparó el terreno para una recuperación espectacular: de 2003 a 2008, hasta que la crisis financiera global se entrometió en sus planes, el país creció un promedio de 8% al año y el desempleo, que superaba el 20%, se redujo al 7,8%. Al final, los acreedores que aceptaron la reestructuración inicial obtuvieron el valor principal del total y hasta 40% más".

Para los economistas reconocidos mundialmente, la solución de Prat Gay "es un peligroso precedente para el sistema financiero internacional pues puede fomentar que otros fondos se resistan a negociar y así logren que las reestructuraciones de la deuda sean prácticamente imposibles". Finalmente, se preguntan retóricamente: "¿Por qué aceptar menos si pueden esperar y obtener rendimientos exorbitantes por una pequeña inversión?".