Un estudio llevado adelante por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) no encontró evidencia estadística de fraude en las elecciones de Bolivia, según publicó el Washington Post. Los investigadores afirmaron y calificaron las conclusiones del informe publicado por la OEA el pasado noviembre como “profundamente defectuosas”.
A raíz del artículo, Morales sostuvo que la OEA, su presidente Luis Almagro y la comisión encargada de la auditoría de los resultados de las elecciones “le deben muchas explicaciones al pueblo boliviano y al mundo entero”. Recordemos que mientras Morales y su vicepresidente Alvaro García Linera escapaban a México para salvar sus vidas, el humorista uruguayo Almagro sostenía que “el único golpe de Estado en Bolivia” sucedió cuando Morales “cometió fraude electoral” y saludaba con pasión a Jeanine I, Emperatriz del Beni, Terror de los ateos, marquesa de Potosí, Defensora de las Santos Evangelios, Tigresa de los Llanos, Zarina de Cochabamba, Patrona de la Justicia, Hoguera de los agnósticos y Presidenta autoproclamada del Séptimo Día.
La OEA desmintió el estudio del MIT, que calificó como “desafío a la razón”, y en Argentina, ningún medio serio ni político ídem, de esos que suelen defender la república y coso, manifestó preocupación alguna ante la posibilidad de que la OEA haya propiciado un golpe de Estado y apoyado la persecución política contra los partidarios del presidente depuesto. Un olvido sin duda.
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Esperemos que estas denuncias no enturbien el futuro promisorio de Luis Almagro en la región. Podría ser un gran embajador de EEUU en La Paz.
Así como gracias a Ofelia Fernández, nuestras almas de cristal descubrieron lo mucho que gana un legislador o la cantidad indignante de asesores que le asigna la Legislatura, gracias a Daniel Scioli descubrieron asombradas que un diputado es diputado hasta que deja de serlo.
Un hecho inaudito que indignó a varios periodistas serios, empezando por María O'Donnell, quien consideró que aún sin haber renunciado ni haber sido designado su reemplazante, el diputado Scioli no tenía legitimidad para ocupar su banca.
El diputado Mario Negri aportó un argumento contundente que en cualquier país serio hubiera terminado con la discusión: “en Wikipedia, (Scioli) figura como embajador”.
Varias almas de cristal kirchneristas también lamentaron el incidente ya que consideraron que le dio la excusa a la oposición para irse del recinto sin participar en la votación del proyecto de modificación de jubilaciones de privilegio que finalmente logró media sanción. Lo que parece señalar ese extraño razonamiento es que si los diputados opositores hubieran escapado del recinto denunciado una estampida de elefantes, el oficialismo sería culpable por no haber tomado la precaución de colocar espantadores de paquidermos.
En todo caso, recordamos con cierta nostalgia cuando hace apenas unos días las jubilaciones de privilegio escandalizaban a nuestra izquierda Boutique así como a Juntos por el Cambio. La izquierda se abstuvo de votar su modificación y los humoristas del macrismo prefirieron indignarse sin votar.
Así como la alondra anuncia la mañana, la magia opositora nos confirma que el kirchnerismo volvió al gobierno. Enhorabuena.
*Imagen: Un diputado opositor huye de la estampida de elefantes K (cortesía Fundación LED para el tratamiento de la Fundación LED)