El juez federal Julián Ercolini procesó hoy por lavado de dinero a la ex presidenta Cristina Kirchner y a sus hijos, Máximo y Florencia, por lavado de dinero, a raíz del alquiler de plazas hoteleras de la firma Hotesur y por retornos que habría pagado el empresario Lázaro Báez.
Fuentes judiciales informaron a NA que el magistrado trabó embargos de hasta 800 millones de pesos y dictó, además, el procesamiento de Báez y su hijo Martín; de Víctor Manzanares, contador de los Kirchner; de la sobrina de la ex presidenta, Romina Mercado; y de Osvaldo Sanfelice.
El procesamiento de varias hojas incluyó también el embargo sobre los más de 4 millones de dólares encontrados a nombre de Florencia Kirchner en cajas de seguridad de distintos bancos.
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En la causa aún no hay detenidos y el procesamiento se basa en las indagatorias que tomó el juez en diciembre del año pasado.
En paralelo, avanza la otra causa por lavado de dinero y por maniobras similares en el caso Los Sauces, por el alquiler de inmuebles por parte de los empresarios Báez y Cristóbal López.
La acusación en el caso Hotesur detalla la supuesta maniobra a través de la cual los Kirchner se hicieron de los fondos para comprar los hoteles y luego administrarlos, tarea que había sido cedida a una de las firmas de Báez, Valle Mitre SRL.
La hipótesis de la investigación dice que fue Báez quien les prestó dinero para comprar los hoteles y también pagó mensualmente un alquiler para que Valle Mitre los explotara, como mecanismo para blanquear dinero proveniente del delito originado en la obra pública que recibió el empresario, detenido en la cárcel de Ezeiza desde abril de 2016.
Según la causa, fueron un total de 86 millones que desembolsó Valle Mitre a Hotesur por el pago de cánones de alquiler de habitaciones de los distintos hoteles del matrimonio Kirchner: Alto Calafate, Las Dunas y La Aldea.