El presidente Mauricio Macri vivió un tenso momento en el tradicional Tedeum en la Catedral metropolitana, cuando el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Poli pidió que el Estado "no excluya a los pobres". Además citó al Papa Francisco.
"El primer deber del Estado es cuidar la vida de sus habitantes, especialmente la vida de los débiles, los pequeños, los pobres y marginados, los enfermos y los ancianos abandonados", manifestó.
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"En esta Argentina bicentenaria no sobra nadie, todos somos importantes", señaló Poli ante la presencia de Mauricio Macri.
El jefe de Estado concurrió a las 10 a la Catedral, donde la ceremonia fue presidida por Poli. Macri estuvo acompañado por su esposa Juliana Awada; la vicepresidenta Gabriela Michetti; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.