En una larga sesión, el Senado aprobó el proyecto de ley de extinción de dominio presentado meses atrás por el Bloque Justicialista. De esta manera, se desestimó la propuesta del oficialismo y se impuso la iniciativa peronista, que volverá a la Cámara de Diputados para que las modificaciones al texto original sean ratificadas.
Con 40 votos a favor del Bloque Justicialista, el kirchnerismo y bancadas provinciales y 26 en contra que logró reunir Cambiemos, el proyecto del peronismo, que plantea cambios sustanciales al texto que había logrado previamente la media sanción en Diputados hace dos años, se impuso al del oficialismo, que implicaba la posibilidad de aplicar la extinción de dominio incluso sin una sentencia.
"Era una barbaridad votar el proyecto como venía” porque “la mera sospecha disparaba la acción” por la cual el Estado podría apropiarse de bienes obtenidos por medio de actividades ilícitas o utilizados para ellas", consideró el jefe del Bloque Justicialista, Miguel Pichetto, y remarcó: “Si la Cámara de Diputados lo quiere votar, que lo vote”.
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Además, defendió que la idea de la iniciativa es que se "garantice el debido proceso" y que la extinción de dominio "se dispare como acción dentro del juicio oral, porque ya hay pruebas, ya el tribunal está constituido" para poder iniciar acciones. Es decir, la norma debe ejecutarse en el fuero penal una vez que exista una sentencia de primera instancia, aunque también permite la extinción anticipada en casos como la flagrancia o la fuga.
Cambiemos, por su parte, impulsó un proyecto propio que ponía la extinción de dominio en manos de un juez civil que puede ejecutarla antes de que haya una sentencia penal, y también planteaba que esta ley podría aplicarse no sólo a las causas que ya estén en curso sino también de manera retroactiva, ante hechos ocurridos con anterioridad a la entrada en vigencia de la ley.
Antes de la sesión, referentes de Cambiemos habían confirmado que con este proyecto apuntaban a "recuperar lo robado" durante el gobierno kirchnerista.
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