El senador radical Juan Carlos Marino fue denunciado penalmente por una empleada del Senadopor haber abusado sexualmente de ella. Claudia Guebel, militante radical, relató cómo sucedieron los hechos y contó que la acción que llevaron a cabo Actrices para denunciar públicamente y en la Justicia a Juan Darthes por violación.
“Hay que tener las cosas muy en claro la vida para poder dirigirse de manera firme hacia los tribunales de Comodoro Py sin ser convocador por ellos e ir de forma voluntaria. Tengo mucha tranquilidad de conciencia, mucha paz. Tengo un hartazgo que siento como mujer, como argentina y personal legislativo. Toda mi vida no hice otra cosa que estudiar y capacitarme para brindar lo mejor de mí y para desarrollarme. Me costó muchísimo y no lo logré por este tipo de situaciones. No está en juego la honorabilidad del senador sino la marca indeleble que dejó en mí este tipo de conducta”, comenzó su relato Guebel que es trabajadora de planta permanente del Congreso y militante radical en diálogo con Nelson Castro por Radio Continental.
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La licenciada en Ciencia Política contó que lo que la impulsó a radicar la denuncia en la Justicia fue la conferencia de prensa de actrices argentinas denunciando públicamente a Darthes por violación: “Me conmovió y generó una reacción inmediata”.
Asimismo, la militante radical detalló cómo se fueron dando los hechos que desencadenaron en tres casos de abuso sexual contra su persona: “Todo ocurrió a principio de este año y viene siendo un proceso de desgaste buscando lugares de trabajo y no poder sentirme cómoda y respetada. Tengo casi 32 años de militancia y de política dentro del radicalismo. Tuve cargos electivos y siempre llevé bien altas las banderas del radicalismo que es la bandera de la ética. No sé qué decir, siento mucha vergüenza”.
Conmovida por lo sucedido, Guebel relató que desde un principio estuvo contra la alianza Cambiemos lo cual la llevó a pedir su pase a Senadores para desempeñarse en ese lugar. El diputado Negri fue quien le dijo que “no había ningún problema pero su secretario dijo que no” y le recomendó que “vaya a golpear despachos”. En esa búsqueda, consideró que por su “perfil profesional” era mejor trabajar “con Marino porque conduce la Comisión de seguimiento y organismo de defensa” que es un área dónde creía que “iba a incorporar conocimiento”.
“El senador me recibió de buen agrado, me dijo que me iba a desempeñar produciendo informes, yendo a las comisiones. ‘Cuando te diga que acá no hay lugar que somos muchos, vos fíjate. Nos vamos a manejar así’. Ese da lugar a muchas cosas y así fue un derrotero constante. Todos los 14 o 15 de cada mes cuando hay que presentar la planilla de asistencia, esta gente ‘le hace el favor’ de firmar el cumplimiento para que pueda cobrar su salario y en ese contexto se produjo la situación de acoso”, explicó.
Y detalló: “Firma la planilla esta persona y el senado hace con el dedito el gesto ‘vení par acá’ como que tenía que pasar por ahí antes de irme. Sin mediar palabra, el tipo directamente avanzó sobre mí para manosearme los pechos. No viene al caso cómo estaba vestida pero sabiendo cómo funciona la mentalidad masculina, cuido mucho el vestuario y tengo un exceso de formalidad. Me quedé atónita. Metió su mano por debajo de mi saco sastre. Me quedé temblorosa, con miedo. Me dijo que me iba a estar llamando, que le diga dónde iba a estar porque nos íbamos a ver”.
La situación de abuso no concluyó en Marino, sino que después de ese desagradable hecho, Guebel sufrió el abuso del jefe del despacho del senador.
“Es un hombre de 65 años a quien le corresponde la jubilación y lo que me hizo fue mucho pero. El tipo haciendo uso de su influencia, de su poder, de su llega al senador me dijo que tomara asiendo y me explicó que Marino tenía verdadera vocación de ser gobernador, que estaba jugado, que era la última oportunidad y que tenía en la manga un as de espada que era una denuncia por pedofilia por parte del contrincante de Cambiemos. No sabía qué decir, le dije que me firmara el papel que me tenía que ir y cuando me levanto, me tomó de los brazos, me apretó e introdujo la boca con furia. Una asco”, concluyó su relato.
Estas situaciones de abuso y violencia provocaron en Guebel un pico de estrés y de fiebre. “Hice la denuncia para que sea una antes y un después en todas las mujeres que trabajan en el ámbito legislativo”, sentenció.