El Gobierno nacional avanza en privado con una idea que caerá muy mal entre sus aliados del campo: subir y volver a implantar las retenciones a las exportaciones agropecuarias, una de las pocas promesas de campaña que Macri cumplió ni bien llegó a la Presidencia.
El impulsor de la idea es el flamante ministro coordinador del equipo económico, Nicolás Dujovne, encargado de achicar el déficit fiscal a través de un fuerte ajuste. Pero además, y necesitado de nuevos recursos, Dujovne llevó a la mesa de decisiones su propuesta.
La misma consiste en suspender la baja gradual de las retenciones a la soja, de 0,5 puntos por mes hasta 2019. A su vez, según reveló el diario BAE, volvería a imponer derechos a la exportación al trigo y maíz, que sería de un 10% en cada caso.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La eliminación de las retenciones a las exportaciones agropecuarias fue una promesa de campaña de Mauricio Macri en 2015. Luego de asumir, dispuso una baja de 5 puntos anuales (eran del 35%) hasta su desaparición en 7 años. Y eliminó por completo el tributo para trigo y maíz, de 23 y 20% respectivamente hace más de dos años.
Según estimó la AFIP, la baja gradual en la soja implicará un costo fiscal para el Estado de mil millones de dólares. Nada despreciable para un Gobierno que ensanchó el déficit a través de la reducción de impuestos progresivos y aumento del pago de los intereses de la deuda y que ahora busca cerrar los números para un acuerdo salvador con el FMI. Hoy, la soja paga un 27,5% de tributo a la exportación.
Cuando comenzó a circular el rumor, el ministro de Agroindustria y ex presidente de la SRA Luis Miguel Etchevere salió a descartar la medida, como forma de calmar las aguas. Desde las entidades agropecuarias salieron a cuestionar y advirtieron por sus consecuencias.