Las maniobras del gobierno para calmar a los mercados internacionales no logran el efecto deseado. En Wall Street continúa las dudas por la capacidad de pago de la Argentina.
Pese a la cargada agenda de los funcionarios que viajaron a New York, el Gobierno no consiguió disipar las dudas crecientes en los mercados sobre la posibilidad de un nuevo default de la Argentina.
El macrismo buscó calmar a los inversores que tiene bonos argentinos con garantías sobre el pago, pero se encontraron con el escepticismo del mercado, según consignó el periodista Pablo Wende para Infobae.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Las pérdidas que acumulan los bonos argentinos ponen al país en una situación muy difícil, dónde incluso hay bonos provinciales que no tienen precios debido a la falta de compradores.
La visita del secretario de Finanzas, Santiago Bausili, el vicepresidente del Central, Gustavo Cañonero, y el funcionario de la jefatura de Gabinete, Mario Quintana, no consiguieron cambiar la mirada de los inversores, que se no ven como un buen negocio al riesgo argentino.
Una de las principales dudas es la falta de prestamistas que tiene el país, ya que el FMI parece ser el único ente que se anima a darle fondos a Mauricio Macri.
En tanto que el contexto internacional, con la crisis de Turquía, la previsión de nuevos aumentos de tasas en Estados Unidos y las cercanas elecciones en Brasil en el horizonte, tampoco favorece al país.
Mientras los pagos por intereses de la deuda casi se duplicaron en los últimos siete meses y el impacto de la recesión promete una baja en las recaudaciones, los inversores demuestran al mismo tiempo el fastidio y el cansancio que tiene para con el Gobierno.