La violencia de las bandas en los últimos cuatro días en Porto Velho, capital del estado de Rondonia, en la Amazonia brasileña, dejó 13 muertos luego de que los miembros de bandas se enfrentaran a la policía, aumentando la preocupación por el creciente poder de estos grupos en la región.
Ocho personas murieron en ataques de bandas criminales y otras cinco en enfrentamientos con la policía desde el martes por la mañana, según el departamento de seguridad de Rondonia.
Los delincuentes incendiaron 20 autobuses, la mayoría de ellos pertenecientes a escuelas, probablemente en protesta por las represalias policiales. Los ataques llevaron a las autoridades a limitar las horas en que está disponible el transporte público y a asignar escoltas policiales a los autobuses urbanos.
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La crisis llevó al gobierno federal a enviar tropas de las fuerzas nacionales de seguridad pública a Rondonia para ayudar a la policía estatal a contener la ola de violencia durante al menos 90 días.
La policía de Porto Velho afirma que los ataques son una represalia de la facción criminal Comando Vermelho contra las operaciones policiales en un complejo de viviendas que la banda controla en la ciudad, según el portal de noticias G1.
Aunque el Comando Vermelho se creó en el estado de Río de Janeiro, a miles de kilómetros de distancia, en los últimos años se ha convertido en la banda más poderosa de la región amazónica.
Un informe reciente del Foro Brasileño de Seguridad Pública, un grupo de expertos, mostraba que los índices de delincuencia están aumentando rápidamente en la Amazonia, donde se encuentra la mayor selva tropical del mundo. En 2023, la región registró 34 homicidios por cada 100.000 habitantes, casi el doble de la tasa nacional.
Mientras que la región amazónica de Brasil ha luchado durante décadas con conflictos por la tierra a medida que las granjas se expandían en la selva, la violencia más reciente está relacionada con las disputas entre bandas para controlar las rutas clave del comercio de drogas que conectan a los productores de cocaína con los consumidores, dijo Renato Sergio de Lima, presidente de la organización.
Rondonia limita con Bolivia, uno de los principales productores de cocaína, y se ha convertido recientemente en una ruta clave del narcotráfico, según demuestran las investigaciones policiales. En la última década, la policía incautó 20 toneladas de cocaína en el estado, uno de los mayores volúmenes del país.
"La Amazonia es un entorno perfecto para el crimen. Las bandas controlan el territorio y definen las reglas", señaló Lima. "Al final, aparece la policía".
Con información de Reuters