El presidente ecuatoriano Rafael Correa denunció ayer una "grave amenaza" a su seguridad a través de mensajes enviados a un alcalde local en los que se mencionaba la intención de atentar contra su vida durante actividades en Tabacundo, localidad andina ubicada al norte de Quito, lo que le obligó a suspender un almuerzo y la visita a un centro de salud.
El mandatario explicó que antes del "almuerzo popular" que estaba previsto el alcalde de Tabacundo, Frank Borys Gualsaquí, recibió mensajes a su teléfono celular, que activaron la alerta del equipo de seguridad.
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"Dado esta grave amenaza y sobre todo que venía la llamada del lugar del evento (que estaba previsto) tuvimos que suspender" las actividades y "tomar precauciones", señaló Correa durante un conversatorio de medios en Tabacundo.