Un antiguo espía británico se enfrentó hoy a la Justicia en Londres, demandado por daños y perjuicios por Donald Trump por un controvertido informe sobre los supuestos lazos del expresidente estadounidense con Rusia, lo que desató una tormenta política en 2017.
Trump, que aspira a la reelección en 2024, demandó a Christopher Steele, de 59 años, y a la empresa de inteligencia Orbis, fundada por este antiguo agente de los servicios británicos de información MI6, basándose en la ley de la protección de datos.
A pedido del entonces gobernante Partido Demócrata estadounidense, Steele había recopilado información no verificada que relacionaba a Trump, del Partido Republicano, con Rusia, durante la campaña para la elección presidencial de 2016 ganada por el magnate inmobiliario.
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Al comenzar la audiencia en el Alto Tribunal de Londres, el abogado de Trump dijo que el expresidente buscaba "hacer valer sus derechos legales, basándose en el hecho de que las declaraciones incluidas en estos memorandos son falsas".
El abogado, Hugh Tomlinson, agregó que Trump quería testificar en la corte londinense para refutar las "escandalosas" afirmaciones del informe sobre sus vínculos con el Kremlin,
informó la agencia de noticias AFP.
La denuncia se centra en particular en dos apartados del informe que describen presuntas orgías en las que habría participado Trump en San Petersburgo, Rusia, así como otras con prostitutas en Moscú, que supuestamente habían sido seguidas por los servicios de inteligencia rusos.
Estas acusaciones nunca fueron probadas, por lo que el expresidente tildó al informe de "fake news" y a Steele de "espía fracasado".
Trump negó todas las acusaciones y reclama una indemnización por infligir "daños y perjuicios personales y a la reputación".
Aunque el expresidente estadounidense reconoce que la sociedad Orbis no es responsable de la publicación del informe, estima que fue ella la que "trató" los datos incluidos.
Por su parte, los abogados de Orbis pidieron que se retiraran las demandas iniciadas contra sus clientes, al considerar que "no son responsables" de eventuales daños a la reputación de Trump causados por la publicación del informe sin su conocimiento.
Publicado por el sitio internet Buzzfeed diez días antes de la investidura de Trump en enero de 2017, el informe incluía numerosas acusaciones comprometedoras para el expresidente estadounidense.
Decía que el presidente ruso, Vladimir Putin, había "apoyado y dirigido" una operación para "hacer ascender" la candidatura de Trump antes de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, en las que derrotó a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton.
Algunas de las conclusiones del informe alimentaron la investigación del fiscal especial estadounidense Robert Mueller, quien después de dos años estudiando el caso, concluyó que había pruebas de interferencia rusa en la campaña electoral, pero no de connivencia con el equipo de Trump.
Las audiencias continuarán el martes, en espera de una decisión en una fecha aún no determinada.
Con información de Télam