Los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y China, Antony Blinken y Wang Yi, hablaron hoy por teléfono sobre las hostilidades entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza y coincidieron en la necesidad de desescalar el conflicto.
El secretario de Estado Blinken "reiteró el imperativo de que todas las partes trabajen para evitar que el conflicto se extienda", dijo el Departamento de Estado estadounidense en un comunicado.
Yi, ministro de Relaciones Exteriores de China, subrayó que "la máxima prioridad" respecto al conflicto en Gaza "es un alto el fuego y terminar la guerra lo antes posible", dijo la Cancillería china en otro comunicado.
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"Los grandes países deben atenerse a la equidad y la justicia, defender la objetividad y la imparcialidad, demostrar calma y racionalidad y realizar todos los esfuerzos para enfriar la situación y evitar desastres humanitarios a mayor escala", dijo Wang, según su ministerio.
Asimismo, reiteró la posición de Beijing a favor de una solución de dos Estados para poner fin al conflicto y enfatizó que "cualquier acuerdo que implique al futuro de Palestina debe reflejar la voluntad del pueblo palestino", informó la agencia de noticias AFP.
"China está dispuesta a trabajar con todas las partes para hacer esfuerzos con este fin", aseguró Wang.
Blinken también habló de los recientes ataques de los rebeldes hutíes de Yemen contra barcos en el mar Rojo. Los rebeldes han amenazado con ataques de represalia a quienes apoyan a Israel en su ofensiva contra Hamas en Gaza.
El secretario de Estado describió esos ataques como "una amenaza inaceptable a la seguridad marítima y al derecho internacional que todas las naciones tienen la obligación de respetar", señaló su vocero Matthew Miller, en un comunicado.
La escalada entre Israel y Hamas comenzó luego de que milicianos del grupo islamista se infiltraran en el sur israelí y mataran a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, el 7 de octubre. También secuestraron a unas 240 personas, incluyendo unos 20 argentinos.
Más de 16.000 personas, la mayoría de ellas mujeres y niños, murieron desde entonces en una gran ofensiva israelí por aire y tierra en la Franja de Gaza. Unos 1,9 millones de los 2,3 millones de habitantes del territorio tuvieron que dejar sus casas por la violencia.
Con información de Télam
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