Miles de británicos salieron hoy a las calles de Londres para exigir la convocatoria de elecciones anticipadas y protestar por al incremento del costo de la vida.
La marcha "Reino Unido está roto", convocada por gremios y organizaciones sociales agrupados en la coordinadora Asamblea Popular, recorrió bajo la lluvia la distancia entre el Embarcadero Victoria y la plaza de Trafalgar, donde intervinieron luego varios oradores, como el secretario general del Sindicato de Transporte por Ferrocarril y Marítimo (RMT), Mick Lynch, informó la agencia The Press Association.
Los manifestantes pidieron al Gobierno la convocatoria inmediata de elecciones, medidas contra los bajos salarios y la derogación de leyes que consideran dirigidas contra los sindicatos.
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"Este gobierno es un desastre total. No sirve para lo que tiene que hacer y está haciendo daño a nuestro país. Creo que es importante que nos levantemos juntos para que se escuche nuestra voz y decir que no vamos a soportar esto", dijo un profesor, proveniente de los suburbios de la capital.
Según aseguró, la gente "seguirá gritando" hasta que el Gobierno escuche y comparó estas protestas con las revueltas contra el impuesto único instaurado por el Gobierno de Margaret Thatcher en 1990.
Desde el escenario, el líder del sindicato ferroviario prometió hacer huelga "una y otra vez" hasta que se consiga un "acuerdo justo" para los trabajadores del ferrocarril.
También participó del evento el exlíder del Partido Laborista Jeremy Corbyn, quien afirmó que el Gobierno "al final tendrá que escuchar" las peticiones de subida salarial y de defensa de los derechos laborales.
"La gente está muy decidida. No van a consentir la discriminación de personas con discapacidad. No van a ver un empobrecimiento cada vez mayor de nuestra sociedad", subrayó, según consignó la agencia de noticias Europa Press.
El flamante Gobierno del conservador Rishi Sunak debe equilibrar las finanzas del país, tras la crisis sin precedentes que comenzó poco después de un cuestionado programa económico lanzado por la ex primer ministra Liz Truss, que causó temblores en los mercados e hizo que la libra esterlina se hundiera a un mínimo de 37 años frente al dólar.
Sunak, que dio marcha atrás con las medidas de su antecesora, deberá presentar el 17 de noviembre junto al ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, el tan esperado presupuesto tras un retraso de dos semanas.
Se espera que ese presupuesto revele la verdadera situación a la que se enfrentarán los británicos, ya golpeados por la inflación como consecuencia de la pandemia y la crisis energética.
Con información de Télam
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