Acuerdo Mercosur-UE: Brasil espera que se concrete este año

Pese a los festejos del Gobierno de Macri, el acuerdo entre negociadores no se tradujo en una ratificación de los países europeos. Lula, sin embargo, se lo puso como objetivo de su tercer mandato.

23 de abril, 2023 | 16.17

Desde el primer día que asumió, el 1 de enero pasado, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dejó en claro que lograr que finalmente se concrete y entre en funcionamiento el tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) sería una prioridad. Se lo prometió nuevamente a su par uruguayo, Luis Lacalle Pou, cuando éste pedía negociar bilateralmente con China. Este fin de semana, un funcionario de su Gobierno agregó que, además, el mandatario espera conseguir este objetivo este año. 

Desde Lisboa, donde se encuentra en una visita oficial con Lula, Marcio Elias Rosa, un alto funcionario del Ministerio de Desarrollo e Industria de Brasil, contó a la prensa que las negociaciones con la UE siguen su curso y que los países están discutiendo los "requisitos socioambientales" impuestos por el bloque, principalmente por Francia, la voz más crítica de un eventual acuerdo. Aunque oficialmente es muy duro con la cuestión de la defensa del medio ambiente, analistas sostienen que el lobby agrícola de esa potencia rechaza competir con las commodities más baratas que llegarían de América Latina. 

"Las señales son muy positivas", dijo, no obstante, Elias Rosa y agregó: "Faltan detalles, pero creo que cerraremos el trato y será bueno". Según explicó y publicó la agencia Reuters, todos los países del Mercosur -entre ellos Argentina- estaban trabajando con el mismo propósito de concluir el acuerdo, pero que necesitaban ponerse de acuerdo sobre algunos de los requisitos. "Brasil ya cumple con los requisitos socioambientales relacionados con la legislación laboral", sostuvo y continuó: "Es necesario que otros también se pongan de acuerdo, pero estamos muy cerca (...) Yo diría que cerraremos (el acuerdo) este año".

En 2019, el gobierno de Mauricio Macri dijo haber terminado las negociaciones con la UE y festejó como un hecho indiscutible la firma de un tratado de libre comercio. Sin embargo, pese a la algarabía y hasta la emoción que demostraron sus funcionarios, el acuerdo nunca se concretó y el Gobierno de Emmanuel Macron dejó claro en más de una oportunidad que el tratado está lejos de estar listo. 

Oficialmente, Francia cuestionaba la política ambiental de los países del Mercosur, principalmente del Brasil de Jair Bolsonaro, con quien chocó en público por la defensa de la Amazonia. Desde que asumió, Lula se comprometió a revertir esta política desbocada de desmonte y cumplir con los requisitos europeos. 

La gran incógnita ahora es si Francia entonces aceptará a sellar el acuerdo, como pide la otra gran economía de la UE, Alemania. Por ahora, el Gobierno de Lula se dedica a terminar -ahora sí- las negociaciones y sumar apoyos, por ejemplo en Portugal, como en España, donde el Gobierno socialdemócrata de Pedro Sánchez asumirá la presidencia del estratégico Consejo Europeo en el segundo semestre del año.

Pero la llave para destrabar el acuerdo sigue en manos de Francia, la potencia fundadora de la UE que siempre mantuvo un acuerdo tácito con su socio alemán: la UE y sus acuerdos se ampliaban en búsqueda de mayores mercados y mano de obra barata a cambio de cuidar a uno de los sectores más tradicionales e influyentes del poder político y la sociedad francesas: el campo.