El gobierno ucraniano admitió que su contraofensiva para recuperar territorios conquistados por Rusia en el sur y el este del país avanza lentamente en medio de encarnizadas batallas, pero descartó la posibilidad de iniciar conversaciones de paz mientras el Ejército ruso siga en Ucrania. La contraofensiva "actualmente no avanza tan rápido", declaró el jefe de la oficina presidencial de Kiev, Andrey Yermak, al tiempo que admitió la dificultad de los combates.
"Si tenemos que decir que algo anda mal, lo diremos. No trataremos de adornarlo", informó la agencia de noticias AFP. El principal asesor de Zelensky negó la existencia de presiones de los aliados occidentales de la ex república soviética, que enfrenta una invasión rusa desde febrero de 2022. "No hay ninguna presión. Solo nos preguntan: '¿Cómo más podemos ayudarlos?'", aseguró Yermak, que reiteró que Ucrania descarta abrir cualquier negociación de paz mientras haya tropas rusas en su suelo.
"Pensar en estas negociaciones solo es posible después de que las tropas rusas abandonen nuestro territorio", afirmó. "Todo el mundo comprende que no vamos a hablar con los rusos" antes de eso, agregó. Las declaraciones de Yermak se producen luego de que ayer los líderes del G7 (que agrupa a los países más ricos del planeta) anunciaron un plan de apoyo militar a largo plazo que incluye la entrega de equipamiento bélico, independientemente de la ayuda brindada bilateralmente por cada país. La noticia de la asistencia de los integrantes del G7 se dio el mismo en que las controvertidas bombas de racimo enviadas por Estados Unidos comenzaron a llegar a Ucrania.
Rusia lanzó una fuerte advertencia por la entrega de bombas de racimo de EEUU
En medio de nuevos ataques a Kiev por tercera noche consecutiva que causaron al menos cuatro heridos, Rusia anunció este jueves que los aviones de combate F-16 entregados a Ucrania serán considerados como una amenaza "nuclear" por su capacidad de llevar armas atómicas. Además, a pocas horas de la última cumbre de la OTAN, que decidió otorgar un respaldo político a Ucrania -pero no certezas sobre su futuro ingreso a la alianza militar-, el Kremlin advirtió que "el posible uso de bombas de racimo en el conflicto cambia la situación y, por supuesto, obliga a Rusia a tomar ciertas contramedidas".
Las advertencias, formuladas por el canciller Serguei Lavrov y el portavoz oficial del Kremlin, Dmitri Peskov, se conocen después de la última cumbre de la OTAN en Lituania y en paralelo a la visita que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realiza en Finlandia, nuevo miembro de la alianza militar occidental. En horas de la tarde, el mandatario estadounidense mantuvo un encuentro con su par, Sauli Niinistö, principal artífice de la entrada del país a la alianza militar.
Con información de Télam