“Turquía podría mediar en la resolución de la crisis energética”, declaró el ministro de Energía y Recursos Naturales turco, Fatih Donmez. La guerra en Ucrania y las sanciones que impusieron las potencias occidentales a Rusia trajeron consigo un fuerte impacto, también, en el sector energético que implicó desde cortes de suministros hasta, en las últimas semanas, que se acordara un tope al precio del gas por parte del bloque de la Unión Europea más Australia. Esa medida sin precedentes busca frenar los precios luego de Rusia decidiera dejar de suministrar combustibles fósiles a la Unión Europea en medio del invierno, como respuesta de las sanciones aplicadas por el conflicto armado.
"Junto con la crisis alimentaria llegó la crisis energética. Turquía ganó éxito en el primer tema y, en caso necesario, estaría dispuesta a mediar también en la crisis energética", dijo en una entrevista con el canal de televisión TVnet.
Donmez aseguró que Turquía no tiene problemas con los principales proveedores de gas del país. "Se trata de Azerbaiyán, Irán y Rusia. Excluyendo las circunstancias de fuerza mayor, tenemos buenas relaciones con todos los proveedores", refirió el ministro, al agregar que Turquía también compra gas licuado a Estados Unidos, entre otros países.
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En los últimos meses los países europeos debieron rebuscárselas para poder contar con los servicios necesarios para abastecer a la población y, también, para manejar el impacto en la suba de las tarifas. Turquía, por su parte, jugó un rol clave para destrabar los millones de toneladas que se encontraban en los puertos sobre el Mar Negro cuyas salidas estuvieron bloqueadas por la guerra, hasta que en julio, con la mediación de las Naciones Unidas (ONU) logró acercar las posiciones entre Ucrania y Rusia. Eso también permitió el retorno de la exportación de fertilizantes rusos.
Con información de Télam.