Rusia acusó este martes a Ucrania de utilizar "con fines militares" el corredor del mar Negro destinado a la exportación de granos y advirtió que, ya sin efecto el acuerdo para garantizar la salida de cereales, cualquier operación unilateral en los puertos del Sur en medio de la guerra puede originar "algunos riesgos". "Ya no es ningún secreto para nadie, es un hecho evidente que el régimen de Kiev utiliza esta zona con fines militares", afirmó a los periodistas el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, horas después de que Moscú se retirara de un acuerdo que permitía el paso seguro de cargueros con esa preciada mercancía destinada a mitigar el hambre en gran parte del mundo.
Sin medias tintas, el portavoz advirtió que no hay más "garantías de seguridad" para operar la salida de los cereales en los puertos del sur, una idea que esbozó el lunes Kiev. "A falta de garantías de seguridad adecuadas, se plantean algunos riesgos", declaró Peskov, recalcando que si "se prepara algo sin Rusia, se deben tener en cuenta esos riesgos", reprodujo la agencia de noticias AFP. El Gobierno ruso salió así a hacer frente a nuevas muestras de condena a su decisión de la Unión Europea, la ONU y otros actores de la política internacional.
Entre esas reacciones se conoció este martes la del canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, quien le pidió a los países miembro de Naciones Unidas hacer uso de su influencia para instar a Rusia a volver al acuerdo. "Hago un llamamiento a todos los Estados miembro de la ONU a exigir firmemente a Rusia la reanudación de la participación en el acuerdo", dijo Kuleba, según informaciones del Ministerio de Exteriores ucranianos recogidas por Europa Press.
El propio presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, tiene previsto analizar este martes el nuevo escenario con su consejo de seguridad nacional. “La cuestión número uno para el consejo de hoy: la exportación marítima de grano y la seguridad de los puertos”, escribió Zelensky en su cuenta de Telegram.
En paralelo, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, abordó este martes el tema con su par ruso, Serguei Lavrov. Turquía fue, desde el inicio de la guerra en Ucrania, el país que motorizó los consensos para que la salida de cereales y fertilizantes se concretara. Antes de hablar con Lavrov, Fidan mantuvo una conversación con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, para analizar la situación.
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El Alto Representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, en tanto, condenó por su parte y de forma "inequívoca" la decisión de Moscú, que -enfatizó- "está exacerbando la crisis de seguridad alimentaria creada por su guerra de agresión contra Ucrania y por el bloqueo de sus puertos". "Rusia debe abandonar el bloqueo ilegal de los puertos ucranianos y permitir la libre navegación en el mar Negro (...). La Unión Europea insta a Rusia a reconsiderar su decisión y a reimplementar la Iniciativa del Grano del mar Negro", reclamó Borrell en un comunicado.
El portavoz del Kremlin, en tanto, tildó de "desvergüenza" la posición de los países europeos que, según él, no permitieron que se respetaran las condiciones del acuerdo relativas a Rusia, reseñó AFP. Aún así, aseguró que Rusia está dispuesta a exportar sus granos gratuitamente a los países africanos que más lo necesiten. Esta propuesta se discutirá, dijo, durante la cumbre Rusia-África que se celebrará a fines de este mes en San Petersburgo.
La importancia del acuerdo original
El acuerdo del grano "ha sido crucial" para asegurar las exportaciones de cereal ucraniano hacia los mercados globales y ha ayudado a "poblaciones en necesidad", permitiendo la rebaja en los precios en un 23% desde el pico alcanzado en marzo de 2022, según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Además, ha permitido el "transporte seguro" de cerca de 33 millones de toneladas de grano y de otros productos alimenticios hacia 45 países, entre los que se encuentran barcos del Programa Mundial de los Alimentos (PMA) y sus operaciones de apoyo en Afganistán, Etiopía, Kenia, Sudán, Somalia y Yemen.
Con información de Télam