“La estabilización de las variables nominales se hizo a costa de una catástrofe en términos de políticas de ingresos y nivel de actividad”. Esta es una de las principales conclusiones del equipo de economistas bonaerenses coordinados por Roberto Feletti a través de un informe publicado entre la Universidad Nacional de de Tres de Febrero (UNTreF) y el Senado de la Provincia de Buenos Aires. Ese desastre se traduce en un incremento de la pauperización social, donde las familias dejaron de consumir alimentos tan básicos como la leche. El texto también incluye una serie de recomendaciones de políticas públicas y un llamado a la organización de la oposición peronista.
“El gobierno ha logrado reducir la volatilidad de las principales variables de la economía a partir del último trimestre del año. Sin embargo, observan que esta estabilización lejos está de ser sustentable, ya que la misma se debe a que el tipo de cambio actúa como ancla de la tasa de interés y de los precios”, indicó el informe elaborado por Feletti junto a la participación del ex subsecretario de Políticas para el Mercado Interno de la Secretaría de Comercio Interior de la Nación, Antonio Mezmezian; el ex director Nacional de Programación Económica del Ministerio de Economía de la Nación, Horacio Rovelli; Érica Pinto; Fabiola Vela Velázquez; Diego Perrella; Graciela Tilca y Delfina Salerno.
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El trabajo sostiene que si bien se lograron “arbitrajes positivos contra activos financieros nominados en pesos y remunerados con tasa de interés y/o precios”, se disparó un efecto negativo de la política monetaria oficial: la apreciación del valor de los bienes y servicios argentinos en dólares.
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“Esto le resta competitividad creciente a la economía nacional. Dicha situación es aún más grave si se contempla la devaluación de casi un 20% de la moneda de Brasil, nuestro principal socio productivo y comercial. También sobresale la incapacidad del Banco Central para acumular reservas lo que le va a impedir disuadir al mercado frente a una caída de la rentabilidad financiera ante una disminución y/o reversión de la oferta de dólares disponibles”, indicaron en el documento citado.
Desastre
La estabilización de las variables nominales se hizo a costa de una catástrofe en términos de políticas de ingresos y nivel de actividad. Esto quiere decir que ningún indicador, como pueden ser los de empleo, ingresos, consumo, inversión, pobreza, indigencia- evolucionó favorablemente durante el primer año del gobierno libertario. La estimación preliminar del producto interno bruto (PIB), en el tercer trimestre de 2024, daría cuenta de una caída del 2,1% con relación al mismo período del año anterior. Asimismo, el PBI evidenció un crecimiento del 3,9% con respecto al trimestre anterior.
Entre enero y octubre, el consumo en los supermercados dio cuenta de una caída del 12,3%; ciento de miles de familias dejaron de consumir productos tan básicos como la leche; incluso, empezaron a saltarse alguna comida del día, tal como lo reveló un informe de Unicef.
“Los primeros siete meses de la LLA (primer semestre de 2024 + diciembre) las personas bajo la línea de pobreza aumentaron 11,2 puntos porcentuales llegando al 52,9%, con relación al segundo semestre de 2023. Este incremento significó que se sumaran 3,4 millones totalizando 15,7 millones de personas en situación de pobreza. En tanto, el porcentaje de personas cuyos ingresos no alcanzaron para cubrir el mínimo de alimentos, es decir aquellas en situación de indigencia, se posicionó en 18,1%, incrementándose este indicador 6,2 puntos porcentuales en relación al semestre anterior”, resumieron los economistas bonaerenses.
Al tercer trimestre de este año, el ingreso medio de la población con algún tipo de ocupación, ya sea en relación de dependencia o bajo los diferentes formatos de la informalidad laboral (empleado sin recibo de sueldo o monotributista) se ubicó en torno a los 649.163 pesos. Este dato exhibe que la clave del programa de la casta mileista para el disciplinamiento social se basa en sostener ingresos cada vez más bajos para el conjunto de la población. En el proyecto de país de La Libertad Avanza sobran argentinos.
El primer semestre de este gobierno se traduce en un porcentaje de hogares bajo la línea de pobreza de 42,5% en los cuales residen 15,7 millones de personas. Dentro de este conjunto existen 13,6% de hogares (1,4 millones hogares) por debajo de la línea de indigencia.
Al desagregar la información según el tipo de relación laboral, el Indec registró que el ingreso promedio de las personas asalariadas con descuento jubilatorio fue de 810.560 pesos, mientras que, en el caso de aquellas sin descuento jubilatorio, el ingreso promedio se ubicó en torno a los 334.819.
Según el Indec, el ingreso medio del 50% de los hogares del país (los primeros cinco deciles según la escala de ingresos) no llegaba a cubrir el valor de una canasta básica (mecanismo utilizado para medir la pobreza por ingresos). De acuerdo al relevamiento oficial, el ingreso total familiar medio se ubicó en los 842.000 pesos, cuando el valor de la CBT para septiembre era de 964.000 pesos. Es decir, la mitad de los hogares del país se encontraban por debajo de la línea de pobreza.
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