El Gobierno italiano confirmó hoy que penará con hasta seis años de cárcel la ocupación de terrenos para la organización de eventos musicales sin autorización, en lo que se conoce como "ley anti-raves" y que busca frenar las fiestas ilegales.
Luego de las críticas que había despertado a inicios de mes la primera versión de la norma, el Ejecutivo de Giorgia Meloni especificó que se castigará con una pena máxima de seis años a "quien organice y promueva la invasión arbitraria de terrenos o edificios ajenos, públicos o privados, con el fin de organizar una reunión musical u otro propósito de entretenimiento".
Así, con la introducción de la palabra "musical", quedan exceptuadas las movilizaciones o manifestaciones públicas y sociales, como reclamaban la oposición y grupos estudiantiles.
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El decreto-ley dado a conocer hoy especifica que la conducta será penada cuando "de la invasión surja un peligro concreto" para la salud o seguridad pública por incumplimiento de las normas sobre drogas, seguridad e higiene.
Al tener una pena máxima de seis años, la legislación abre además la posibilidad de que en las investigaciones la Justicia pueda interceptar los teléfonos o redes sociales de los organizadores, otro tema que había despertado críticas opositoras.
Por otro lado, la norma admite multas de hasta 10.000 euros y la posible confiscación de equipos, informó el diario Repubblica.
"Con esta modificación del decreto-ley anti-rave, el Gobierno perfecciona la ley, haciéndola más eficaz para combatir las conductas ilícitas que pretende perseguir", declaró el ministro de Justicia, Carlo Nordio.
Con información de Télam