La avanzada de China en la disputa por las islas del Pacífico

El interés de China y Estados Unidos por tener presencia en las Islas del Pacífico no es nuevo, pero si hubo algunos movimientos de ambas partes que en los últimos meses aceleraron el ritmo.

09 de julio, 2022 | 00.05

El interés de China y Estados Unidos por tener presencia en las Islas del Pacífico no es nuevo, pero si hubo algunos movimientos de ambas partes que en los últimos meses aceleraron el ritmo. Una primera alerta se encendió al trascender que China estaba negociando un acuerdo de seguridad con las Islas Salomón, para conseguir que sus unidades navales tengan presencia ahí, a lo que le siguieron, en los últimos días, dos giras del ministro de Relaciones Exteriores chino: una por Kiribati, Samoa, Fiyi, Tonga, Vanuatu, Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental, y una exclusiva a Filipinas, siendo el primer canciller en ser recibido por el nuevo gobierno que asumió a fines de junio. Por su parte, Estados Unidos, a instancias de la OTAN, consideró a China como una amenaza y un desafío, y días atrás lanzó el Foro de Socios del Pacífico Azul, una iniciativa a la que se sumaron el Reino Unido, Japón, Australia y Nueva Zelanda en un intento por disputar la presencia en la región. "Se está dando una competencia para ver quién invierte más, quién comercia más, quién da más crédito, quién transfiere más tecnología", opinó a El Destape, Jorge Malena, Director del Comité de Asuntos Asiáticos de CARI y director del posgrado en estudio sobre China de la UCA. 

La creación del Foro de Socios del Pacífico Azul está fecha el 24 de junio y es, según sostuvo el documento publicado por la Casa Blanca, una iniciativa que busca lograr una cooperación más eficaz y eficiente en el apoyo "a las prioridades de las islas". Además proponen, como principales objetivos, ampliar la cooperación entre la región y el mundo a la vez de reforzar el regionalismo del Pacífico. Es que Estados Unidos tiene algunos acuerdos con naciones insulares que se están venciendo y en proceso de renegociación. 

Para Malena, también autor de China: la construcción de un "país grande", detrás de la competencia por ver quién tiene mayor presencia hay un trasfondo de seguridad que tiene que ver con lograr que los países del Pacífico Sur no le den a China autorización para que sus unidades navales puedan recalar en los puertos de las islas. Ese trasfondo de seguridad fue el que quedó expuesto al conocerse el borrador del acuerdo entre China y las Islas Salomón que permite a los buques de guerra chinos atracar en las islas en caso de necesitarlo por "razones de seguridad". 

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Esa preocupación de Estados Unidos -apuntó a El Destape el analista internacional Gabriel Merino- responde a que reconocen, y así lo dejaron asentado en una publicación que hizo el Congreso en el 2020, haber perdido la primacía estratégica en la zona pacífico. "Perdieron la primacía en el plano militar, entre otras cuestiones por el avance de China y su enorme poderío en términos navales y misilísticos", agregó Merino y destacó que a la desventaja en términos militares se le suma que China también ganó terreno en términos comerciales. "China no solo se volvió el principal socio comercial de las Islas Salomón, hoy por hoy toda la economía de Asia Pacífico gira en torno a ese país. Todos los países de Asia Pacífico tienen como principal socio comercial a China, e incluso si ampliamos un poco al Indo Pacífico, la India también la tiene como principal socio comercial", explicó Merino. 

La retirada de Estados Unidos y el ascenso de China 

Desde que terminó la Segunda Guerra Mundial y durante toda la Guerra Fría, el Pacífico Sur fue un área natural de influencia de los Estados Unidos. Pero a partir de la década de los '90, no solo por el fin de la Guerra Fría, sino también por los otros desafíos que Estados Unidos tuvo que enfrentar en Medio Oriente, fue retirándose gradualmente del Pacífico, sin que eso implicara un retiro total. A la par que Estados Unidos hacía ese movimiento, Australia comenzó a asumir tareas protagónicas en el sentido de contribuir con la seguridad regional y promover relaciones económicas con sus vecinos.

Sin embargo -apuntó Malena- durante esos años en Australia comenzó a producirse un debate interno entre los dos principales partidos (el nacionalista y el laborista) respecto de fortalecer o disminuir su presencia en la región. "En Australia había gobiernos que no veían a China como una amenaza, como era el caso de los laboristas y otros que sí lo veían, como una amenaza, como los nacionalistas. Y esa intermitencia, según el gobierno, ayudó a que gradualmente China pasase a tener presencia en el Pacífico Sur", apuntó el Director del Comité de Asuntos Asiáticos de CARI. De manera que en los últimos años se fue forjando una dependencia económica del Pacífico Sur no solo con Australia, sino también con China. Y esa presencia económica, agregó Malena, hace parte de la estrategia de la potencia asiática de tener presencia en la región primero en términos económicos, a través por ejemplo de la Asociación Económica Integral Regional (Rcep por sus siglas en inglés) como también a través de la inversión en infraestructura. 

"Eso explica que por qué hace un mes atrás, el propio canciller chino haya hecho una gira por el Pacífico Sur y están alentando la extensión de la nueva Ruta de la Seda al Pacífico Sur", consideró Malena y destacó el hecho de que días después Estados Unidos respondiera con el Foro de Socios del Pacífico Azul. Tras lo que fue esa avanzada económica, agregó el director del posgrado en estudio sobre China de la UCA, China planteó una estrategia de avanzada en tres cadenas de islas: una que llega hasta el sur de Japón, Taiwán, y el mar del sur de la China; la segunda alcanza a las islas del Pacífico Occidental y la tercera cadena incluye las del Pacífico Sur. 

"¿Por qué China establece estas líneas de defensa marítima?", preguntó Malena y explicó que responde a que China percibe un posible conflicto con Estados Unidos, ya sea por Taiwán o por algún diferendo que pueda tener en el Mar del Sur de la China como puede ser con Filipinas. "Por eso quieren asegurarse el control de esas áreas para, lo que en la jerga naval se dice, negar acceso a la flota Estados Unidos", concluyó Malena.

Mientras el mundo mira a Ucrania, China avanza 

Como una medida de contención al avance chino, Estados Unidos junto a Australia y Reino Unido lanzaron en septiembre del año pasado la alianza militar AUKUS (por sus siglas en inglés), en la que acordaron, por ejemplo, la entrega de equipo militar por parte de Washington a Canberra para construir submarinos nucleares y la venta de equipo militar en bases estadounidenses en Japón como la de Okinawa. Sobre los avances del AUKUS hasta la fecha, Merino opinó: "Están las reuniones y las declaraciones pero, por ejemplo, hay acuerdos militares con la India para venderle armas y otras cuestiones, o para hacer algunos ejercicios conjuntos. Pero de como la India tiene como principal proveedor de armas a Rusia, hay ahí otra ecuación de poder". Y agregó: "Es decir, hay un equilibrio que tampoco Estados Unidos logra romper con el Aukus aunque obviamente le permite tener un juego en el Asia-Pacífico y soñar con esta suerte de OTAN del Pacífico que la veo difícil".

El estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, para Malena, es aprovechado por China para avanzar con la iniciativa de la Ruta y la Franja de la Seda mientras Estados Unidos y el conjunto de la OTAN están mirando Europa del Este. Pero también, para Merino, este conflicto aumentó las tensiones, y sobre todo la retórica belicista, en torno a Taiwán. "Hay una hipótesis en Occidente de acelerar el conflicto al estilo de Ucrania. Hay una idea de que frenar el ascenso relativo a China y el declive relativo de Estados Unidos es a través de la guerra y que una supuesta invasión de China a Taiwán empantane a China y frene su ascenso y desarrollo", opinó Merino y agregó: "Una idea de quebrar ciertas líneas rojas que marca China y provocar una respuesta militar".