El alcalde de Nueva York, Bill De Blasio, protestó hoy por la visita a la ciudad del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sin estar vacunado contra el coronavirus, pese a la exigencia de las autoridades locales para todos los viajeros.
Asimismo, destacó que su gobierno instaló un puesto de vacunación frente a la sede de la ONU, para vacunar a los funcionarios extranjeros que asistirán desde mañana a la Asamblea General del organismo y que aún no estuvieran inmunizados. "Debemos enviar un mensaje a todos los líderes del mundo, incluido y muy particularmente a Bolsonaro, de Brasil, que el que quiera venir tiene que estar vacunado", dijo De Blasio a periodistas.
"Todavía no me vacuné", dijo hoy entre risas Bolsonaro, en una reunión con el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, luego de que este destacara la efectividad de la vacuna de Oxford/AstraZeneca y subrayara que ya recibió las dos dosis de ese fármaco. Bolsonaro fue fotografiado ayer cenando de pie un pedazo de pizza en una calle de Nueva York y esa imagen fue publicada en redes sociales y celebrada, por varios funcionarios de su gobierno.
La prensa brasileña afirmó que no se le permitió el ingreso en ningún restaurante por no poder mostrar un certificado de vacunación. De Blasio reclamó la semana pasada que todos los miembros de las delegaciones que participarán en la Asamblea General de la ONU estén debidamente vacunados.
No obstante, el mandatario brasileño debió entrar por la puerta trasera al hotel donde se hospeda, para evitar toparse con manifestantes que lo esperaban frente a la entrada principal gritando "Fuera, Bolsonaro". Mientras tanto, De Blasio recordó hoy que el gobierno de la ciudad estaba ayudando a los funcionarios extranjeros que quisieran vacunarse.
"Hoy tenemos un ómnibus de vacunación frente a (la sede de) la ONU; estamos felices de vacunar a todo el mundo y que todo el mundo mantenga la ciudad segura", dijo.