El Gobierno canadiense aseguró que mujeres y personas gestantes estadounidenses que no puedan interrumpir sus embarazos en su país podrán hacerlo en Canadá. Este anuncio se da en el marco de un fuerte debate por la posible anulación de la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. en relación al fallo del caso Roe vs. Wade, que estableció el aborto legal en EE.UU.. Si esto ocurre, después de mantenerse firme por más de 50 años, la interrupción del embarazo volverá a ser penalizada.
Karina Gould, a ministra de Familias canadiense, aseguró en una entrevista con la televisión pública CBC: "Si vienen aquí y necesitan acceso (al aborto), es un servicio que les proveeríamos". En la misma línea, al igual que muchos otros políticos, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, defendió el "derecho a elegir" de las mujeres. A través de sus redes sociales, sostuvo: "El derecho a elegir es un derecho de la mujer y sólo un derecho de la mujer. Toda mujer en Canadá tiene derecho a un aborto seguro y legal. Nunca retrocederemos en la protección y promoción de los derechos de las mujeres en Canadá y en todo el mundo".
Cabe recordar que, durante los primeros días de la semana actual, un sitio de noticias de Estados Unidos publicó un borrador de un documento filtrado relacionado a un dictamen preliminar del Tribunal Supremo a favor de anular el fallo de Roe vs. Wade, de 1973. Si el fallo efectivamente se anulara, el acceso al aborto quedaría restringido y cada uno de los 50 Estados podrán tomar diferentes medidas y legislaciones sobre el tema. Frente a esto, el presidente Joe Biden se manifestó en contra y abogó por mantener el aborto legal.
Qué es el caso Roe vs. Wade
Para conocer esta historia y el porqué de su importancia es clave viajar hasta la década del '70. En aquel momento, una mujer llamada Norma McCorvey -con el pseudónimo de Jane Roe, en los documentos judiciales- quiso interrumpir su embarazo y puso un recurso contra el artículo 1.196 del Código Penal del Estado de Texas (donde residía) que prohibía y castigaba, con multa y cárcel, dicho derecho excepto para salvar la vida de la madre -argumento utilizado por el fiscal para prohibirle la posibilidad de abortar-.
El fiscal de distrito del condado de Dallas, Henry Wade, fue el encargado de representar al Estado de Texas durante le proceso conocido como "Roe versus Wade". En aquella ocasión, el Tribunal del distrito falló a favor de la denunciante pero no se pronunció sobre el derecho al aborto sino a este caso concreto. Por esto, ambas partes apelaron a la determinación y en 1971, el caso llegó al Tribunal Supremo de los Estados Unidos.
El veredicto final tardó dos años en llegar. A esta altura, la hija de McCorvey ya había nacido y fue dada en adopción. Más allá de los puntos negativos, que violentaron nuevamente el poder de decidir, la decisión sentó un precedente: el 22 de enero de 1973, el máximo Tribunal -con 7 votos a favor y 2 en contra- dictaminó que la ley de Texas era inconstitucional y determinaron incluir la decisión de una mujer sobre si desea o no interrumpir su embarazo bajo la Decimocuarta Enmienda (derecho a la privacidad).
Si bien no se legisló, es clave resaltar que el derecho estadounidense suele funcionar sobre el precedente que sientan las decisiones de los Tribunales. Es decir que una determinación de la Corte no puede ser deslegitimada y solo puede ser modificada o revertida por el propio Tribunal. Según The New York Times, 13 Estados -especialmente ubicado al Sur- prohibirían el aborto mientras que en otros 18 modificarían la legislación si se anula el fallo.