Tras conocerse la inflación de diciembre, el Banco Central anunció un nuevo sendero de ajuste para el tipo de cambio oficial, que se reducirá de una devaluación mensual del 2% al 1%. Encomendado por el presidente Javier Milei, el ministro de Economía, Luis Caputo, puso todos los cañones a reducir el ritmo de aceleración de precios a costa de la continuidad del carry trade, poner en peligro a las reservas y sembrar la semilla de mayor inestabilidad futura.
Según el comunicado oficial, la decisión responde a la "consolidación de la trayectoria inflacionaria" y a las expectativas de estabilización de precios en los próximos meses. El ajuste en la política cambiaria se implementará a partir del 1 de febrero, en un contexto donde la inflación de diciembre se ubicó en el 2,7%. Curioso, ya que Caputo parecía tenía tomada la decisión de bajar el cálculo de devaluación mensual sin importar el índice de Precios al Consumidor que iba a difundir el Indec. De hecho, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central había pronosticado un incremento del 2,6%.
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El organismo destacó que esta medida también se alinea con una recuperación gradual de la actividad económica, en un marco de estabilidad del mercado cambiario. A su vez, busca cumplir con las expectativas inflacionarias, reforzando el anclaje del tipo de cambio como herramienta de contención de precios. La medida podría haberse sintetizado bajo la consigna libertaria del "Viva el carry trade carajo".
Economistas advierten por los peligros ante la baja del ritmo devaluatorio
En diálogo con El Destape, el economista jefe de la consultora FIDE, Pedro Gaite, afirmó que "el dato de inflación se esperaba quizás un poco más alto que el de noviembre, pero la núcleo es una señal de mini alerta, al pasar del 2,7% al 3,2%, con lo cual de mínima se puede decir que se estancó". Y en ese contexto," la baja del crawling peg profundiza la política económica, que está muy concentrada en bajar la inflación, pero que desatiende el el principal problema de la economía argentina: la falta de dólares", sostuvo.
"Hoy el Gobierno está claramente priorizando la baja de la inflación y la principal herramienta con ese objetivo es el ancla cambiaria, la apreciación del tipo de cambio real, sumado al blend exportador que te contiene la brecha, la apertura comercial que también te disciplina precios vía importaciones y demás. Son todas herramientas que atentan contra la acumulación de reservas, que es el problema al que más hay que prestarle atención para pensar la dinámica del 2025", analizó Gaite.
Por último, problematizó el escenario cercano ante la medida oficializada por el Central: "Con la baja del crawling, y si la inflación se sostiene arriba de ese umbral, se va a apreciar todavía más el tipo de cambio real, con lo cual el déficit de cuenta corriente se va a tornar todavía más deficitario y si no hay algún otro retoque en la política económica, no sé muy bien por dónde pueden aparecer los dólares. Para prestarte dólares, el FMI seguramente exija algún retoque cambiario.
Para la consultora LCG, "a pesar de que el dato de diciembre fue un poco mayor al esperado, el BCRA de todos modos acaba de anunciar la baja del crawl al 1% mensual a partir de febrero". Y puntualizó: "Veremos en lo sucesivo si también hay anuncios de reducción de tasas".
"Enero se presenta con menores aumentos en Regulados, pero mayores en Estacionales. Asumiendo una desaceleración de la core (núcleo) a niveles previos (2,7%), proyectamos una inflación en torno a 2,5% para todo el mes, dato que tomamos como piso", aseveró el informe al que accedió este medio.
"La reducción del crawl al 1%, por otro lado, podría ser una excelente herramienta de coordinación de expectativas de precios, si no fuera porque el nivel cambiario se encuentra atrasado. En este contexto, podría perder eficacia dada la incertidumbre sobre la evolución del dólar. Las reanudadas intervenciones del BCRA en los mercados del CCL y MEP dan prueba de ello y podrían ser la causa que demore un nuevo recorte de la tasas", advirtió la consultora.
En esa línea, el economista, ingeniero e integrante del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas de Argentina (IPyPP) Alejandro López Mieres, remarcó que con esta estrategia, "queda claro que el Gobierno se juega todo a la baja de la inflación de cara a las elecciones". Según su visión, "bajar el crawling peg reducirá la inflación más allá de la inercia que seguirá afectando el futuro cercano".
"Esta prioridad, de corte política, se juega contra una inestabilidad futura. La potencial reducción de la tasa no será en relación con esta caída de la devaluación esperada, por lo que habrá un incentivo mayor a las colocaciones financieras. Aumentará la tendencia al carry trade bajo diversas formas", alertó Mieres. El economista soslayó que Caputo y compañía "pretenden estirar esta sensación de estabilidad presente, que será un conflicto futuro". Y agregó: "En concreto, la postergación de liberar el cepo y comprar más volatilidad futura. La mayor apreciación cambiaria lleva a que la corrección sea más violenta".
El Gobierno "viene de 7 meses con cuenta corriente negativa y en un contexto de exportaciones estancadas, aumentarán las importaciones y el déficit turístico", indicó. Por ende, Mieres espera "una cuenta corriente fuertemente negativa", lo cual "aumentará la necesidad de dólares de financiamiento". Y remató: "Este tipo de procesos termina estallando como ya sucedió en otros momentos de la historia".