El plan de Foster Gillett suma adeptos y la burbuja del mercado de pases empieza a crecer

En el mercado de pases, Foster Gillett amplía dominios y lo hace a base de sutilezas. River, Boca y Vélez, ya fueron algunos de los clubes que hicieron transferencias mientras la burbuja de los pases de jugadores, en Brasil, ya empieza a estallar.

30 de enero, 2025 | 00.05

Casi al término del mercado de pases, una serie de ventas y compras de jugadores sorprendieron al fútbol argentino. En estos últimos meses, uno de los temas en las altas esferas del fútbol argentino hay un nombre que resuena y que hace ruido: Foster Gillett. Más allá del primer acuerdo que el empresario tuvo con Estudiantes de La Plata, ahora el vínculo aparece con otros clubes y se empieza a armar una burbuja.

Desde que arrancó el mercado de pases, el nombre del empresario comenzó a circular en cada transacción. La primera bomba del mercado de pases fue la de Cristian Medina que contó, entre otras cosas, con el pago de una cláusula de rescisión. 

En este mundo, no con una intervención directa, pero si con parte del apoyo económico que le brindó el estadounidense Estudiantes consiguió, además, a Lucas Alario, Nicolás Castro, Ezequiel Piovi y Santiago Núñez. Además, por otro lado, el delantero Facundo Farías llegó desde el Inter Miami luego de una negociación de Guillermo Tofoni, “representante” de Gillett en Argentina. Si bien es verdad que no todo el dinero provino del empresario estadounidense para estos pases, lo cierto es que el ahorro que permitió no gastar en un determinado futbolista le permite al Pincha hacer un esfuerzo mayor por otro. Así también funciona el financiamiento. 

El tema es que si bien Estudiantes de La Plata es el más “marcado” por la presencia del empresario, las relaciones del magnate estadounidense con otras instituciones comenzaron a acelerarse. El grupo inversor de Gillett compró a Valentín Gómez, el defensor central de Vélez Sarsfield, que era una de las estrellitas del mercado. Y se lo llevó a Udinese. También, en las últimas horas, gastó más de 10 millones de dólares por Rodrigo Villagra, un jugador que se había convertido en un problema para River, ya que según su rendimiento, había sido “caro” y tras un año parecía haberse desvalorizado. En las últimas horas, por otro lado, apareció la posibilidad de la compra de otras dos figuras de la MLS para que recaigan en el fútbol argentino y, en este revuelo, pueden aparecer en un club “beneficiado” y que necesite un futbolista. 

Lla presencia de Gillett en Argentina ya excede Estudiantes y las negociaciones con River y Boca, por ejemplo, dan un detalle de eso. El problema, por otro lado, aparece por la burbuja que lentamente empezará a formarse bajo la idea de los “capitales privados”. Más de 15 millones de dólares por Medina, otros 11 millones por Villagra y, así, otros tantos por Facundo Farias, montos que parecen sobrecargados para algunos futbolistas. 

La idea y la presunción de parecerse a Brasil, en lo que respecta a los pases, y al poderío de los clubes a veces parece nublar la vista. El último fin de semana, por ejemplo,  Marcelo Paz, director ejecutivo del Fortaleza, equipo SAD brasileño dijo al portal UOL: “Una burbuja que va a estallar en algún momento".  "Desde que llegué a la presidencia, el salario del jugador que ganaba 450.000 reales (por mes) se duplicó", declaró Mário Bittencourt, presidente del Fluminense, cuadro campeón del certamen continental en 2023 que aún es una asociación civil sin fines de lucro. "Hay volantes o defensores que ganan más de un millón de reales, imaginen lo que piden los atacantes", dijo, a la vez que demostró su inquietud: "Las cifras asustan, no está fácil”.