La Corte Suprema -en una decisión unánime- bloqueó el segundo referéndum que Escocia buscaba llevar adelante para independizarse de Reino Unido. Ahora, para llevarlo adelante tendrá que contar con la aprobación del Gobierno británico. La iniciativa había sido impulsada principalmente por la ministra, Nicola Sturgeon, y estaba prevista para el 19 de octubre de 2023. Entre los puntos planteados, la Corte desestimó la idea de que sólo funcionaría como una "consulta" sin efectos legales.
Escocia celebró un referéndum de independencia en 2014 y poco más del 55% votó para seguir formando parte del Reino Unido contra un 45%, pero el Gobierno nacionalista escocés planteó que con el Brexit -la salida del país de la Unión Europea (UE) en 2020 por la que la mayoría de las y los escoceses se pronunciaron en contra- hizo necesaria una segunda consulta, en un país en donde las encuestas muestran hace ocho años que la población está dividida. Luego del anuncio, el Gobierno del Reino Unido lo rechazó y el caso llegó a la Corte Suprema.
En la decisión judicial se contempló la visión del presidente del tribunal, Lord Reed, quien aseguró que las leyes que crearon el parlamento escocés en 1999 no otorga el poder de legislar sobre temas constitucionales, incluida la unión entre Escocia e Inglaterra, que data de más de 300 años.
"La Ley de Escocia otorga poderes limitados al Parlamento escocés", y la potestad de convocar un referendo está "reservada" al Parlamento del Reino Unido, ubicado en Londres, explicó el presidente de la Corte Suprema.
Según informó la agencia Reuters, Sturgeon, líder del independentista Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés), insistió en que la consulta debe ser legal y reconocida internacionalmente. Ahora, tras la decisión que se dio a conocer dijo que la respetaba, pero que seguirá luchando por la independencia, por considerar que está en juego "el derecho democrático de elegir nuestro propio futuro" como escoceses. Un panel de cinco jueces emitió la decisión el miércoles por la mañana después de que la Corte Suprema escuchara el caso durante una sesión de dos días el mes pasado.
La independencia de Escocia es "imprescindible", dijo y expresó su decepción por la sentencia. También afirmó que, en Escocia, las próximas elecciones generales en el Reino Unido, previstas para 2025, serán un "referendo de facto" sobre la independencia.
La funcionaria adelantó que se convocará una conferencia especial del partido el año que viene para establecer un manifiesto para la votación.
"Lograr la independencia no es sólo deseable, es esencial si Escocia quiere escapar del desastre del Brexit, del daño de las políticas impuestas por los gobiernos que no votamos y del modelo económico de bajo crecimiento y alta desigualdad que nos está frenando", dijo Sturgeon.
"Creo que es seguro predecir que estas no serán mis últimas palabras sobre el asunto", añadió.
El ministro para Escocia del Gobierno británico, el escocés Alister Jack, por su parte, dijo que respetaba la sentencia y pidió a los Gobiernos escocés y británico dar vuelta de página y concentrarse en los temas que son importantes para la gente de Escocia: "La gente en Escocia quiere que sus dos gobiernos concentren toda la atención y los recursos en los temas que más les importan", subrayó.
"Es por eso que nos enfocamos en temas como restaurar la estabilidad económica, brindar a las personas la ayuda que necesitan con sus facturas de energía y apoyar nuestro NHS".
Anas Sarwar, líder laborista escocés, recibió con satisfacción el fallo y aseguró que la gente en Escocia quiere un cambio, pero no otro referendo o la independencia.
Mientras tanto, para el miércoles están previstas más de una docena de concentraciones a favor de la independencia en toda Escocia y parte de Europa, la más importante de las cuales se espera ante el Parlamento escocés en Edimburgo, donde los partidarios denunciarán que se está negando la democracia.
Con información de Télam