Corte Suprema: Milei encara una negociación salvaje en enero y, si no consigue los votos, nombra a Lijo y García Mansilla por DNU

En Casa Rosada ya está escrito el decreto con la designación de ambos jueces. Aseguraron que se negociará "hasta que el Presidente se canse y diga basta". Y revelaron: "Si el 20 de enero no hay acuerdos, termina la feria y en febrero los nombramos". 

21 de diciembre, 2024 | 00.05

Javier Milei encara el último escollo del año: la Corte Suprema. El Presidente está convencido de que el máximo tribunal no puede funcionar con tres jueces, como recomendaron Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz en una última acordada. El Gobierno va a encarar una negociación salvaje en enero y si no consigue los votos nombrará por decreto en febrero a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. 

La estrategia en Casa Rosada será a dos frentes. Por un lado, erosionar el funcionamiento de la Corte con críticas al máximo tribunal. Algo de ese discurso ensayó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el jueves pasado para responder la acordada de la Corte. 

"Cuando uno mira el tiempo que llevan los fallos de la Corte Suprema de Justicia, la verdad que es lamentable. Que la Corte tenga 15 o 20 años un tema para dictar sentencia es un tiempo absolutamente inusual, es una cosa increíble", dijo en una entrevista radial el jefe de ministros de manera contundente contra el máximo tribunal. 

Un día antes, la Corte había establecido un nuevo mecanismo que permitirá acelerar el sorteo de conjueces, que es la opción que manejó el tribunal para operar con tres jueces. Una forma de salvaguardar una votación que termine 2 a 1. Ricardo Lorenzetti firmó en disidencia. Quien apoyó a los otros dos magistrados fue Carlos Maqueda, el "jubilado por Milei" que dejará su cargo el 29 de diciembre cuando cumpla 75 años. 

El mensaje de los otros dos jueces fue en parte para el Gobierno, tal cual lo leyeron así en la Casa Rosada. Pero, por otro lado, fue un dardo a Lorenzetti. Parte de la interna del tribunal. 

Justamente, Lorenzetti, principal jugador del Gobierno para lograr esta primera Corte de cinco miembros con Lijo y Mansilla, fue durísimo este viernes contra el resto de los ministros de la Corte en una de las últimas acordadas del año. “Desde que se anunció la nominación de dos nuevos jueces, se han creado cantidades increíbles de oficinas sin sentido, cargos de secretarios de Corte como nunca hubo en el Tribunal, secretarios letrados, acordadas para poner en cabeza de otros funcionarios decisiones de superintendencia que corresponden a los jueces de la Corte”, expresó el cortesano duramente en otra firma en disidencia. La interna del tribunal está al borde del estallido. 

Y el segundo frente del Gobierno en su estrategia para enero será tener una negociación salvaje con un ultimátum claro: si no hay votos ni acuerdo con el Senado, cuando termina la feria judicial (31 de enero) se nombrará a ambos jueces por decreto. 

"Vamos a seguir hasta que el Presidente se canse y diga 'basta'. Si vemos que el 20 de enero no hay acuerdos, en febrero los nombramos por decreto", reveló a El Destape una fuente en Casa Rosada que está en las negociaciones judiciales. 

El decreto con ambos nombramientos ya está escrito y está guardado bajo siete llaves en uno de los despachos de Balcarce 50. Entre los considerandos están los argumentos y la historia para justificar que ingresarán por esa vía. "Vamos a usar no solo los casos de Bartolomé Mitre y Nicolás Avellaneda que pusieron jueces por decreto sino que vamos a ir más para atrás. Hasta los sumerios llegamos", afirmó a El Destape entre risas sobre la civilización que habitó el planeta entre el 4100 y el 1750 a.C un funcionario que conoce al pie de la letra ese decreto . 

El Gobierno se juega el tiro final en las negociaciones. Los principales interlocutores son los senadores que responden a Cristina Kirchner. Si bien no hay diálogo directo de los emisarios de Milei con la expresidenta, sí hay contacto con las espadas judiciales de la líder del PJ. 

Sin embargo, abunda el pesimismo en la Casa Rosada sobre la posibilidad de que los jueces sean votados en el Senado en sesiones extraordinarias. "No vemos que lleguen a buen puerto las negociaciones. Están frenadas hace seis meses. No cedió nada nadie", dice a este portal resignado un funcionario en los pasillos de la Rosada. El Gobierno no quiere cambiar a García Mansilla por una mujer como pide el peronismo. Y Unión por la Patria (que va a tener 34 senadores en 2025) no quiere votarle estos dos jueces a Milei para luego negociar ampliar la Corte. 

"El problema es que tenemos un deadline político. Por eso, si no hay avance en enero, los nombraremos en febrero", aseguran en Balcarce 50. ¿Y si UP voltea, como se especula, el nombramiento de García Mansilla por decreto? "Lo volveremos a nombrar por decreto en 2026", advierten en el Gobierno. Será un verano caliente para el Gobierno, el peronismo y la Corte Suprema.