La Corte Suprema de Justicia cierra el año con una interna a cielo abierto, a días la jubilación del juez Juan Carlos Maqueda y de quedar con tres integrantes.
El disparador del nuevo cruce entre los cortesanos fueron dos acordadas y una resolución que se dieron entre el último miércoles y este viernes en las que se reguló el funcionamiento del máximo tribunal con conjueces, se designó a un nuevo Secretario de Desarrollo Institucional y se delegaron facultades en el Secretario General de Administración. Esto motivó duras críticas del supremo Ricardo Lorenzetti a sus tres colegas Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Maqueda. Hasta advirtió sobre posibles denuncias por "actos ilegales".
El escenario que asoma en la cúpula del Poder Judicial es incierto, con el gobierno amenazando con nombrar a sus dos candidatos a la Corte, Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, por decreto y afirmando que duda de que el Tribunal Supremo pueda funcionar con tres miembros. No es azaroso que el expresidente de la Corte por más de una década intensifique sus cuestionamientos en este momento. Lorenzetti ve con buenos ojos sobre todo la llegada de Lijo. Espera poder cambiar la relación de poder interno con la llegada de nuevos miembros.
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"Crean cargos sin sentido como nunca antes"
Lorenzetti volvió a cuestionar a sus colegas este viernes de una "ambición desmedida" y de haber "creado cantidades increíbles de oficinas sin sentido". "Se han creado numerosas dependencias que no tienen ningún objeto vinculado a la actividad de la Corte", fustigó. Sostuvo que "es evidente que se trata no sólo de un fin de año, sino de un fin de ciclo". Fue en un voto de disidencia en la Acordada 45/2024 a través de la que se designó a Juan Pablo Lahitou como titular de la Secretaría de Desarrollo Institucional.
"Desde que se anunció la nominación de dos nuevos jueces, se han creado cantidades increíbles de oficinas sin sentido, cargos de secretarios de Corte como nunca hubo en el Tribunal, secretarios letrados, acordadas para poner en cabeza de otros funcionarios decisiones de superintendencia que corresponden a los jueces de la Corte, fijación de reglas generales para que las causas sean juzgadas por conjueces, presiones a los secretarios de Corte para que se jubilen, y designaciones de personas sin concurso ni experiencia con la sola prueba de la vinculación con algún ministro y otras más que se enunciarán en considerandos posteriores", criticó Lorenzetti.
Y siguió con su cuestionamiento a sus colegas, en un tono similar al que esgrime la Casa Rosada: "Es una falta de respeto a la sociedad, que ha reclamado austeridad en el Estado y es una falta de respeto al resto del Poder Judicial, que carece de los recursos necesarios para brindar un adecuado servicio de justicia a la población".
Lahitou va a ocupar el cargo que dejó Valentín Thury Cornejo, que renunció al cargo. Lorenzetti se hizo eco de esto: "En una disidencia he criticado la Secretaría de Desarrollo Institucional, a cargo del Dr. Thury Cornejo, porque no tenía ninguna actividad y un altísimo costo en cargos. Sorpresivamente, se me ha dado la razón, porque el Dr Thury Cornejo renunció al cargo de Secretario de Corte, se lo traslada de esa secretaría y se nombra en su lugar, también discrecionalmente otro Secretario de Corte. Tampoco ocurrió algo así en la historia de la Corte y además, ningún Secretario de Corte renunció para tener un cargo menor, lo que evidencia la ineptitud denunciada, que, por otra parte, no se corrige con la nueva designación".
En lo que ya es una guerra abierta, Lorenzetti dijo que hubo "tanta dedicación para ocupar espacios de poder" que se "ha descuidado la gestión de los casos judiciales en la Corte Suprema y se ha generado un gran atraso". Contabilizó aproximadamente 87.218 causas en trámite, "que es una cifra histórica, como nunca sucedió, debido al gran atraso y la falta de gestión en el servicio de justicia".
En otra resolución firmada también este viernes, en la que se delegaron diversas funciones en el Secretario General de Administración (como las prórrogas de licencias, prórrogas de contratos, destrucción de expedientes judiciales, etc.), el expresidente de la Corte entre 2007 y 2018 volvió a arremeter contra Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda y dijo que la delegación de funciones dispuesta es "ilegal". "El Secretario General de Administración puede decidir una gran cantidad de cuestiones de un contenido importantísimo para los jueces y juezas del poder judicial, dejando de lado al pleno de jueces de la Corte Suprema", criticó. Y advirtió: "Hago reserva de las denuncias y sumarios que corresponda iniciar contra el funcionario que actúe en el cargo ejecutando un acto ilegal".
En esa línea, dijo: "Lesiona el funcionamiento de la Corte Suprema, porque no son los jueces los que deciden, sino un funcionario. Es evidente que se hace para que los nuevos integrantes del tribunal no tengan ninguna participación en los temas que les interesan a los integrantes del Poder Judicial. Lesiona la independencia judicial de los magistrados, porque un funcionario, que fue designado sin concurso, sin experiencia, puede decidir a su arbitrio sobre cuestiones muy importantes para todos los jueces y juezas del país".
Lorenzetti señaló que "las decisiones de superintendencia tomadas en estos últimos días del año, caracterizadas de manera falaz como 'urgentes' (...) tienen por finalidad únicamente la concentración de poder y la limitación en el ejercicio de los futuros ingresantes en esta Corte Suprema".
Estos cruces se suman a los que se dieron el miércoles pasado, en la acordada con la que se buscó regular el funcionamiento interno de la Corte con conjueces. Justamente, en la acordada de este viernes, Lorenzetti hizo referencia a los sucedido dos días antes: "Que la acordada referida a los conjueces, tiene el claro objetivo de que muchos casos no sean resueltos por los jueces del Tribunal, sino por otros jueces; es algo que nunca existió en toda la historia del Tribunal", dijo.
Es más que claro que Lorenzetti pretende que se frene cualquier tipo de decisión interna que pueda entorpecer un cambio en las relaciones de fuerzas si ingresan dos nuevos cortesanos.
Los conjueces en el centro de la pelea
El miércoles pasado, a través de la Acordada 41/2024, Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda decidieron regular el funcionamiento de una Corte de tres integrantes. Hicieron foco en cómo se debe actuar con conjueces si no se llega a una mayoría consensuada. Esto se debe a que una vez retirado Maqueda, si no hay 3 votos de mayoría no puede emitirse ningún fallo (la Corte sigue siendo de 5 miembros aunque haya 2 vacancias). Si la votación de un caso está 2-1 se debe convocar a uno o dos conjueces para llegar a 3 votos (3-1 o 3-2). ¿De donde surgen los conjueces? Se sortean entre los presidentes de las cámaras federales. Si no se pudiera cubrir con ellos, se debe acudir a una lista de conjueces designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado. Esa nómina tiene una duración de tres años y ahora está vencida.
En el voto mayoritario de la Acordada 41/2024, en el que fue clave Maqueda para alcanzar los 3 votos, se decidió “reglamentar cuestiones vinculadas con la integración del Tribunal” a “fin de dotar de mayor celeridad al procedimiento de designación de conjueces en el marco de las causas judiciales que tramitan ante esta Corte Suprema”. ¿Qué se resolvió? Dos cuestiones centrales. Por un lado, que “si al finalizar la circulación de una causa el secretario interviniente advirtiere que, en principio, no se ha logrado la mayoría legal para que sea sentenciada” deberá “suscribir una providencia” para que el tribunal se complete con conjueces. Y, por otro, que intervenga el mismo conjuez “en causas sustancialmente análogas”. También informó al Ejecutivo y al Congreso que está vencida la lista de conjueces secundaria.
Desde el entorno de Rosatti dejaron trascender que la Corte buscó mostrar que actúa frente a lo que se observa como “incertidumbre de los otros dos poderes” que no logran resolver lo que hace al futuro del máximo tribunal.
Lo resuelto por la mayoría cortesana provocó una dura reacción de Lorenzetti, quien auspicia la llegada sobre todo de Lijo. El ingreso de dos nuevos cortesanos podría modificar la relación de poder interno en el máximo tribunal, rompiendo la predominancia del dúo Rosatti-Rosenkrantz de los últimos años. Pero el bloque del peronismo en el Senado, que es el que tiene la llave de los nombramientos, ya que se requieren dos tercios de los votos en la Cámara alta y el oficialismo no los reúne, propone una negociación con el Ejecutivo que por ahora está estancada. Con lógica política, el peronismo no ve con buenos ojos aprobarle sus dos candidatos al gobierno.
En este contexto, Lorenzetti arremetió contra sus colegas. Fue el preludio de lo que volvería a suceder este viernes. En su voto de disidencia, el expresidente de la Corte por más de una década afirmó:
- “Que la acordada presenta deficiencias jurídicas que pueden producir una gran cantidad de nulidades procesales”.
- “No advierto razones fundadas para regular una cuestión que no necesitó regulación durante más de cien años, y no es urgente hacerlo cuando ya termina el año, y, además, es de público y notorio que es probable la incorporación de dos nuevos miembros al Tribunal”. A favor de Lorenzetti: la Corte ya funcionó con 3 integrantes y no se emitió una reglamentación como la que se aprobó este miércoles.
- “El Tribunal decide reglamentar una cuestión interna –la cual reitero, no tiene urgencia y nunca necesitó reglamentación- basándose en la opinión de un juez que está a días de retirarse, al punto tal que ya no recibe expedientes en su vocalía”. La referencia, claramente, es a Maqueda.
- “La urgencia pareciera estar dada por la necesidad de condicionar la llegada de otros dos nuevos jueces para integrar el Tribunal”.
- “El mecanismo que se propone establecer podría llevar a la Corte a funcionar con conjueces frente a opiniones diferentes de los nuevos integrantes y ello sería aplicable a una amplia categoría de casos ‘análogos’”.
- “Que es inapropiado que jueces de la Corte pretendan condicionar a los próximos colegas, lo que se ha intentado hacer con una impresionante cantidad de decisiones y nombramientos durante todo el presente año”. En esta línea, es factible un cruce público más antes de fin de año porque se espera el reemplazo de los secretarios de ambiental y jurisprudencia y una designación del riñón de Rosatti en el CIJ, lo que no tiene el respaldo de Lorenzetti.
En su voto de disidencia, Lorenzetti también criticó que “un juez que se retira, pretenda condicionar a los que vienen a sustituirlo”.
Y respecto a la reglamentación del funcionamiento con conjueces por quedar con tres integrantes, agregó: “Es algo que nunca ha ocurrido en la historia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Más aún, cuando esta Corte funcionó con tres miembros, no necesitó hacer ninguna acordada de este tipo, porque se respetaron los principios de buena fe, coherencia y transparencia”.
Sobre el rol de los secretarios de la Corte en la convocatoria de conjueces, Lorenzetti consideró: "Es invertir la regla que tuvo vigencia durante más de cien años y ajustada a derecho: son los jueces del Tribunal los que determinan si es necesario designar un conjuez y dan la instrucción al secretario”. Y añadió: “La gravedad de la decisión es más notoria aún si se toma en cuenta que se habilita a los secretarios a designar un conjuez para causas análogas”.
En plena interna a cielo abierto, Lorenzetti concluyó: “En definitiva, es función propia de los Ministros de éste Tribunal articular los diálogos necesarios para alcanzar las mayorías necesarias para resolver los casos judiciales, ya que, estos fueron los designados de acuerdo a los procedimientos constitucionales para integrar ésta Corte Suprema. La designación de conjueces es un mecanismo excepcional, de interpretación restrictiva, y que ya se encuentra regulado (dec. Ley 1285/58, ley 23.498) de manera autosuficiente. La presente regulación además de carecer de la urgencia mencionada, pone en cabeza de otros funcionarios del Tribunal obligaciones que no les corresponden (…)”.
El jueves, al día siguiente de la Acordada 41/2024, se realizó un acto homenaje a Maqueda en el Patio de Honor del Palacio de Justicia en el que estuvieron Rosatti y Rosenkrantz entre otros integrantes del Poder Judicial y al que no concurrió Lorenzetti, dejando en claro el resquebrajamiento interno que hay en la Corte.
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El gobierno cuestiona una Corte de tres jueces
En este contexto en que se encuentra la Corte, el jefe de gabinete del gobierno, Guillermo Francos, a Radio La Red luego de la acordada que reglamenta el accionar con los conjueces: “No sé si puede funcionar con tres jueces. Desde el punto de vista del quórum probablemente sí; desde el punto de vista de procedimiento me cuesta creer que podamos seguir teniendo una Corte con tres miembros”. Francos también dijo que el presidente Javier Milei sigue analizando la posibilidad de una designación por decreto tanto de Lijo como de García Mansilla. “Si el Senado no resuelve, lo tendré que resolver yo”, había sostenido Milei días atrás.
Si el presidente avanza con una designación por decreto de los ministros cortesanos, desde el bloque de senadores del peronismo adelantaron que buscarán rechazarlo. También es una incógnita cómo podría reaccionar la propia Corte ante esa decisión del primer mandatario. Rosatti y Rosenkrantz habían aceptado ingresar por decreto durante el gobierno de Mauricio Macri pero debieron todos dar marcha atrás con ese mecanismo y finalmente entraron a la Corte vía el procedimiento constitucional: acuerdo del senado con el apoyo de los dos tercios de los votos.
El gobierno y la oposición tensan la resolución sobre el futuro de la Corte porque hay mucho en juego. Se trata de nombramientos que durarán casi 20 años (Lijo tiene 56 años, por ejemplo) y el máximo tribunal del país tiene para resolver casos de suma trascendencia. Tiene en su poder, por ejemplo, planteos de inconstitucionalidad del DNU 70/2023, que es uno de los instrumentos centrales del gobierno para desarrollar su política económica y social. Y próximamente tendrá la libertad de Cristina Kirchner en sus manos, ya que deberá revisar el caso Vialidad, donde la expresidenta fue condenada a 6 años de prisión e inhabilitada a perpetuidad para ejercer cargos públicos. En los últimos acuerdos del años, por unanimidad, los cortesanos resolvieron allanar el juicio de CFK en dos casusas paradigmáticas de persecución judicial: Memorándum con Irán y Hotesr/Los Sauces. ¿Fue un mensaje político judicial para el mundo político? La Corte no tiene plazos para fallar y resolvió sobre esos casos de lawfare en la víspera de la jubilación de Maqueda.
La Corte administra casos trascendentales para la dinámica política, económica y social del país por eso lo que se resuelva en torno a su conformación será determinante para lo que vendrá en materia político-judicial.