2024 será el año de las mayores elecciones de la historia. Más de 4 mil millones de personas -51% de la población mundial- deberán asistir a las urnas en unos 70 países para elegir presidentx, legisladorxs e intendentxs, entre otros cargos. En 40 de ellos, los comicios serán nacionales y 10 son de los más populosos del planeta: India, Estados Unidos, Indonesia, Pakistán, Bangladesh, Rusia y México. Al tiempo que escalan conflictos armados en distintas partes del mapa, internacionalistas alertan sobre el crecimiento de las derechas y extremas derechas y su impacto en la consolidación (o no) de las democracias.
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Algunas carreras electorales no tienen fecha definida aún, pero, según el calendario, en Europa habrá elecciones en 37 países más las del Parlamento Europeo -las primeras después del Brexit-; en África, en 20; en América 8; en Asia en 14 y 4 en Oceanía. Además, habrá cambios en alianzas y organismos internacionales: desde los Brics -con la incorporación de Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos- hasta el Consejo de Seguridad, donde habrá rotación entre los países no permanentes.
En paralelo, la segunda parte del año estará cargada de encuentros de alto nivel. Habrá cónclave del G-20, en Brasil; del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en Perú; de los BRICS, en Rusia; del G-77+China, en Uganda; la número 50 del G-7 en Italia; de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en Estados Unidos; y de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (Asean), en Laos.
Para entender la importancia de lo que significa este escenario, ante El Destape el doctor en Ciencias Sociales e internacionalista, Bernabé Malacalza, explicó: “Hay una doble relación entre elecciones y geopolítica. Por un lado, los resultados en algunas elecciones pueden cambiar equilibrios geopolíticos regionales, reordenarlos o reacomodarlos en tendencias más o menos nítidas. Otras, pueden alterar pujas geopolíticas y tener impacto global”.
Una mirada general del mapa
Más allá desde qué punto del mapa unx esté paradx, ante el hecho inédito de tantos comicios en el mismo año, es posible identificar algunos centros de atención en función del peso global que tienen determinados países y por sus múltiples implicancias. La revista especializada Foreign Policy, para el caso, señaló: el impacto en las relaciones entre Estados Unidos y México, así como “las elecciones simultáneas en Taipei y Washington podrían tener una gran influencia sobre el futuro de la competencia entre EEUU y China en el Indo-Pacífico. Cómo y cuándo se lleve a cabo la votación en Venezuela también afectará si Estados Unidos continúa imponiendo sanciones a Caracas”.
En general, los ojos estarán posados sobre la tensión entre las potencias Estados Unidos y China, por eso la relevancia de las elecciones próximas en Taiwán. Lo que suceda en ambos casos tendrá influencia en amplios y diversos aspectos del desarrollo de las relaciones internacionales y regionales, así como impacto en los ámbitos locales. Eso será así en cuestiones políticas como en el devenir económico mundial.
En una mirada que se comparte en general entre analistas internacionales, el grupo de pensamiento internacional CIDOB sostuvo en un exhaustivo documento que este año será “crucial para evaluar la capacidad de resistencia de los sistemas democráticos sometidos durante mucho tiempo a una profunda erosión”.
"Si bien la mayoría de la población de estos países votará en democracias plenas o defectuosas, uno de cada cuatro votantes participará en votaciones en regímenes híbridos y/o autoritarios”, en donde la clave estará en el voto de las mujeres y de las juventudes, tal como sucedió el año pasado en Polonia y en Brasil, para desterrar presidentes de la extrema derecha, sostiene en su documento.
Taiwán
La isla cuyo territorio es reclamado por la China continental será escenario de la segunda votación del año, el 13 de enero. Tres candidatos irán por la presidencia por primera vez luego que la oposición no lograra formar un frente común: el actual vicepresidente Lai Ching-te, del gobernante Partido Democrático Progresista; Hou You-yi, del Kuomintang, y Ko Wen-je, ex alcalde de Taipei y líder del Partido Popular de Taiwán.
El oficialismo -con apoyo estadounidense- es el favorito ante el Kuomintang y propone una posición “más conciliadora” con China, precisó Malacalza. En su enfrentamiento con este partido gobernante, la gestión de Xi Jinping puja por el reconocimiento diplomático para quitarle peso global a Taiwán. Ahora son sólo 13 países los que reconocen a la isla. En esta elección, para el analista internacional vale atender: las amenazas de uso de sanciones económicas en caso del triunfo del oficialismo “algo que sería una novedad y que podría perjudicarla porque las inversiones, las exportaciones de las empresas taiwanesas son clave para las cadenas de suministros del país”.
En tanto, los ejercicios militares se multiplicaron en el último tiempo y la tensión militar en el mar meridional de China escaló en los últimos días, en donde estuvieron involucrados Estados Unidos y, uno de sus aliados en la región, Filipinas.
Al mismo tiempo, el CIDOB remarcó que habrá que seguir de cerca la economía del gigante asiático “que prioriza la seguridad económica sobre el crecimiento”, lo que puede llegar a impactar sobre las economías emergentes -sobre todo del sur global- con las que hace negocios. Para el portal especializado El Orden Mundial, estos comicios medirán "la tolerancia de China con la democracia taiwanesa".
Estados Unidos
La votación en Estados Unidos será el 5 de noviembre, sin embargo, la carrera ya está en marcha de cara a las internas republicanas previstas para junio. Ahí, el empresario y exmandatario republicano Donald Trump disputará el lugar ante el gobernador de Florida, Ron de Santis; y la ex gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley. Del lado del Partido Demócrata, el actual mandatario, Joe Biden, pareciera ser la única figura pese a sus 81 años y los señalamientos sobre su capacidad para seguir al frente cuatro años más.
Como telón de fondo están las investigaciones judiciales contra Trump por el asalto al Capitolio, del 6 de enero de 2021 y las interferencias que habría cometido para modificar los resultados de las elecciones que lo sacaron de la Casa Blanca. Quien finalmente llegue al Ejecutivo marcará el rumbo en distintos aspectos en el mundo: desde el posicionamiento de Washington hacia el resto de los países, en la relación con China, en las guerras de Ucrania con Rusia, como la ofensiva israelí sobre el pueblo palestino en Gaza, que al momento parece estarse irradiando en la región del Medio Oriente.
En caso de que gane Trump, el CIDOB avizoró un “cambio drástico en las relaciones de poder” sobre estos conflictos, tanto respecto a la suba de las tensiones como en la entrega directa de más armamento.
“Un trumpismo gobernante sería mayor oxígeno para gobiernos de la internacional reaccionaria, un aire para (el presidente de Argentina, Javier) Milei. Lo mismo pasaría en sentido inverso con un triunfo de Biden, que sin dudas se alejaría de gobiernos de ultraderecha”, opinó Malacalza.
Las perspectiva desde América Latina y el Caribe
Para el analista consultado por El Destape, en tanto, es necesario mirar hacia los países de los BRICS -India, Rusia y Sudáfrica-. En los dos primeros no se prevén mayores cambios, sino que lo más probable es que se reafirmen los gobiernos actuales, considerados por analistas como "nacionalismos autocráticos" con Narendra Modi y Vladimir Putin, respectivamente a la cabeza. En Sudáfrica, en tanto, ganan terreno los partidos de extrema derecha, por primera vez desde el fin del Apartheid.
Por otro lado, son siete los países que irán a las urnas en la región. De ellos irán a presidenciales: El Salvador (4 de febrero), Panamá (5 de mayo), República Dominicana (19 de mayo), México (2 de junio), Uruguay (27 de octubre) y Venezuela (sin fecha). Y Brasil tendrá unas municipales en donde se medirá el peso específico del bolsonarismo sin el expresidente Jair Bolsonaro, como se contó recientemente en esta nota.
Entre ellos, Malacalaza sugirió atender el derrotero en: El Salvador, México y Uruguay.
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En el primero, el líder de extrema derecha Nayib Bukele (Nuevas Ideas), se perfila como el ganador. Se trata de un país que hace un año vive en un estado de excepción -que suspendió las garantías constitucionales de toda la población- para impulsar lo que el Gobierno llama “la guerra contra las pandillas”. Bukele llegará a la reelección tras un derrotero de pasos inconstitucionales.
“El tema es por cuánto y qué pasará después”, advirtió Malacalza. En un escenario de una "abrumadora victoria sería un peligro: consolidaría el liderazgo de Bukele, su influencia en la subregión centroamericana y dinamitaría cualquier tipo de equilibro en el país, con un presidente que hace alianza con el trumpismo y las extremas derechas”, advirtió el académico.
México, en tanto, tendrá por primera vez una mujer presidenta. Las principales contrincantes son Claudia Sheinbaum, por el oficialista MORENA; y la senadora del Partido Acción Nacional (PAN), Xóchitl Gálvez, que va en alianza con el tradicional Partido Revolucionario Institucional (PRI). Sheinbaum es quien lleva la delantera en este caso. “Con una mirada probablemente más activa en política exterior”, que la del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador. “Esta elección estará entrelazada con la de Estados Unidos”, en donde los temas del narcotráfico y migrantes ocuparon la agenda de los últimos años, sostuvo el analista.
En Uruguay, en donde gobierna una alianza liderada por Luis Lacalle Pou -que incluye a la derecha y la extrema derecha, incluido el partido militar- no está permitida la reelección. El secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, irá por el Partido Nacional; ante un izquierdista Frente Amplio que se definirá entre cuatro candidatos: les intendentes de Montevideo, Canelones y Salto, Carolina Cosse, Yamandú Orsi y Andrés Lima; y el senador Mario Bergara. “Un retorno del Frente Amplio impactaría Argentina y en las relaciones con el Mercosur, sería un aire para (el presidente brasileño) Lula da Silva” y sus perspectivas integracionistas, dijo Malacalza.
En Venezuela, en tanto, aún no está confirmada la fecha de los comicios que se comprometió a realizar en el marco de los acuerdos que viene llevando adelante con la oposición. Tampoco está definida si la candidatura del oficialismo estará al frente del actual presidente, Nicolás Maduro.
Elecciones en el Parlamento Europeo
Entre el 6 y el 9 de junio, el Parlamento Europeo definirá su nueva conformación y verá si reelige a la actual presidenta Ursula von der Leyen, de fuertes lazos con Estados Unidos. Allí, las extremas derechas también vienen en ascenso, que se consolidaron en los gobiernos de Hungría, Polonia -que ya perdió las elecciones-, Italia, Finlandia y Letonia y tiene fuerte presencia en Alemania y Francia.
La característica de estas fuerzas es que son euroescépticas, nacionalistas, antifeministas, anti-inmigrantes y ponen en duda el cambio climático. Por eso, allí, además de tener impacto en el desarrollo en la guerra en Ucrania, por ejemplo, en caso de que ganen también podrían poner en jaque cuestiones que tienen que ver con la agenda climática y los derechos para la ciudadanía, a entender del CIDOB.
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“Cómo impactará la guerra en Ucrania -que a la vez quiere insertarse en el ecosistema europeo, pero está siendo desatendida por sus aliados-, ante una Rusia dominante en el frente militar, con un Putin triunfante en sus elecciones”, será una de las claves, según Malacalza, para saber si finalmente se verá "una ultraderecha más hiper occidentalista del tipo (Giorgia) Meloni en Italia, o una más nacionalista del tipo (Viktor) Orban en Hungría".
Los debates detrás del telón de las elecciones
En el análisis del CIDOB, además, llevaron a cabo un desagregado de diez ejes que, consideran, influirán en la agenda internacional más allá de los mencionados. Entre ellos, mencionaron: el aumento de la violencia política que aumentó un 27%, según el Armed Conflict Location & Event Data Project (ACLED). Así como hicieron referencia a los efectos de la sobre información y desconexión de la ciudadanía: "Las sociedades están cada vez más cansadas, abrumadas por la saturación de contenidos y agotadas por la velocidad de los cambios que deben asimilar. La incertidumbre política y electoral y los múltiples conflictos que marcarán el año 2024 no harán más que ampliar la distancia entre la sociedad, las instituciones y los partidos políticos", precisaron.
Mientras el mundo gira, el CIDOB marcó un punto sobre el uso de la inteligencia artificial en las campañas y la falta de regulación; los impactos de los programas económicos sobre las políticas ambientales; el retroceso en los compromisos internacionales; el colapso humanitario; la disputa entre seguridad y derechos ciudadanos.