La Corte Suprema de Estados Unidos anuló este viernes Roe vs. Wade, el histórico fallo que legalizó el derecho al aborto en todo el país en 1973. La decisión se da luego de que el estado de Mississippi le pidiera al máximo tribunal que anulara el fallo en un intento de prohibir el derecho de las mujeres de interrumpir el embarazo después de la semana 15, por el caso "Dobbs contra Jackson Women’s Health Organization", una clínica de salud reproductiva de la capital de Mississippi.
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De esta forma, después de mantenerse firme por más de 50 años en el territorio, la Corte le devuelve a los 50 Estados la potestad de legislar sobre el tema y se calcula que 26 de ellos están dispuestos a derogarlo o aplicar medidas estrictas para regular el procedimiento, a menos que el Congreso de la Nación actúe. Un notorio retroceso en el derecho a decidir sobre sus cuerpos para las mujeres y personas gestantes y una contundente transformación en el panorama de la salud reproductiva de todo el país.
Por cinco votos a favor y cuatro en contra, el Supremo evidenció su postura antiabortista. El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, por su parte, escribió por separado para decir que habría defendido la ley de Mississippi pero no habría dado el paso adicional de borrar el precedente por completo. Finalmente, el fallo señala que la Constitución "no otorga" este derecho y devuelve la autoridad para poder legislar sobre el aborto a los representantes electos de los estados.
En las calles, militantes a favor y contra el derecho al aborto legal aguardaban impacientes la decisión del máximo Tribunal. El rol de los activistas conservadores cristianos y muchos funcionarios republicanos fue clave en la presión para que finalmente, se concrete la derogación del fallo.
La noticia había sido anticipada gracias a la filtración de un borrador dado a conocer a principios de mayo por el medio Politico, que sugería que la mayoría de los magistrados apoyaba la anulación del caso Roe vs. Wade.
“Roe estaba terriblemente equivocado desde el principio. Su razonamiento fue excepcionalmente débil y la decisión ha tenido consecuencias perjudiciales. Y lejos de lograr un acuerdo nacional sobre el tema del aborto, Roe y Casey han inflamado el debate y profundizado la división”, escribió en su momento el juez conservador Samuel A. Alito Jr y sentenció: “Es hora de hacer caso a la Constitución y devolver el tema del aborto a los representantes electos del pueblo”.
Aborto en Estados Unidos: qué estados lo prohibirían
Al anular el fallo Roe contra Wade, el Supremo permite a los Estados establecer sus propias prohibiciones y restricciones, lo que no significa que se prohibirá la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en todo el país, pero sí se calcula que 26 de los 50 estados están dispuestos a derogarlo o aplicar medidas restrictivas en mayor o menor medida.
Entre ellos, se incluyen a Alabama, Arkansas, Arizona, Florida, Georgia, Idaho, Indiana, Iowa, Kentucky, Louisiana, Míchigan, Misisipi, Misuri, Montana, Nebraska, Dakota del Norte, Ohio, Oklahoma, las Carolinas, Tennessee, Texas, Utah, Virginia Occidental, Wisconsin y Wyoming. En los casos de Texas y Oklahoma ya aprobaron leyes restrictivas en los últimos meses.
Roe vs. Wade: qué cambió tras el fallo en 1973
Roe vs. Wade reconoció que el derecho a la privacidad personal bajo la Constitución de los EE. UU. protege la capacidad de una mujer para interrumpir su embarazo. La Corte Suprema en un fallo de 1992 llamado Planned Parenthood of Southeastern Pennsylvania v. Casey reafirmó el derecho al aborto y prohibió las leyes que imponen una "carga indebida" sobre el acceso al aborto.
La determinación de la Corte Suprema de los Estados Unidos en relación al caso Roe vs. Wade supuso la posterior anulación y modificación de cientos de leyes estatales y federales en relación al aborto. Tras ellos, la interrupción voluntaria del embarazo quedaba protegida jurídicamente y pasaba a tomarse como un derecho constitucional a lo largo y ancho de todo el país.
Es clave destacar que si bien no se legisló, el derecho estadounidense suele funcionar sobre el precedente que sientas las decisiones de los Tribunales. Es decir que una determinación del Tribunal Supremo de Justicia no puede ser deslegitimada; solo puede ser modificada o revertida por el propio Tribunal. Si bien se ha modificado su dictamen en casos posteriores, se ha seguido respaldando el derecho al aborto en líneas generales.