El principal diplomático del Gobierno del presidente, Donald Trump, Marco Rubio, comenzó el domingo su primera visita al exterior, reuniéndose con el presidente panameño, José Raúl Mulino, para discutir las preocupaciones de Estados Unidos sobre las compañías chinas que podrían afectar el acceso de los barcos estadounidenses en el Canal de Panamá y asuntos migratorios regionales.
El secretario de Estado de Estados Unidos está de gira por Centroamérica y República Dominicana en su primera incursión en el cargo mientras busca reenfocar la diplomacia estadounidense en el hemisferio occidental, en parte para buscar ayuda que frene la migración hacia la frontera sur de Estados Unidos.
Rubio es el primer secretario de Estado latino en la historia de Estados Unidos, hijo de migrantes cubanos, y que representó al estado de Florida en el Senado.
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La visita también refleja el deseo de Estados Unidos de contrarrestar la creciente influencia diplomática de China en América Latina. Al regresar al cargo, Trump amenazó con tomar el control del Canal de Panamá, construido por su país a principios del siglo XX y entregado a Panamá en virtud de un tratado de 1977, alegando que el canal está siendo operado por la nación asiática. Los comentarios fueron seguidos por una reacción pública y Panamá rechazó las amenazas del mandatario republicano.
China ha dicho que no participa en la operación del canal y que respeta la soberanía e independencia de Panamá sobre la vía acuática.
El canal es operado por la Autoridad del Canal de Panamá, una agencia autónoma supervisada por el Gobierno.
Después de las amenazas de Trump de recuperar el canal, Panamá lanzó una auditoría de la empresa CK Hutchison Holdings, que cotiza en bolsa en Hong Kong y opera dos puertos en las entradas atlántica y pacífica del canal.
Rubio, un crítico de China durante su carrera en el Senado, dijo la semana pasada que esa nación podría usar los puertos para cerrar el canal, una ruta vital para el transporte marítimo estadounidense, en caso de un conflicto entre Pekín y Washington.
El funcionario estadounidense y su delegación luego mantuvieron conversaciones con Mulino, así como con el ministro de Relaciones Exteriores Javier Martínez-Acha Vásquez y otros funcionarios panameños. Ninguna de las partes hizo comentarios a la prensa antes de la reunión.
El presidente panameño ha dicho que la propiedad del canal no está sobre la mesa en las conversaciones con Rubio.
El diplomático estadounidense también planea discutir temas de migración en Panamá, que coopera con Estados Unidos para inhibir la migración a través del Tapón de la selva del Darién, una peligrosa ruta a través de la accidentada frontera sur de Panamá con Colombia utilizada por traficantes de personas y traficantes de drogas.
Rubio ha ordenado al Departamento de Estado que ponga el tema de la migración en el centro de su diplomacia con los países de la región. Los funcionarios han dicho que Rubio usará el viaje para facilitar la aceptación de vuelos de deportación estadounidenses a la región.
Con información de Reuters
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