Decenas de manifestantes ultraortodoxos irrumpieron el martes en una base del ejército israelí cerca de Tel Aviv, según informó el ejército, en un momento en que continuan las manifestaciones contra las órdenes de llamada a filas de judíos religiosos anteriormente exentos del servicio militar obligatorio.
Las manifestaciones, que tuvieron lugar mientras Israel se preparaba para un previsible bombardeo de misiles desde Irán, subrayaron las profundas divisiones que se han ampliado en la sociedad israelí 10 meses después del comienzo de la guerra en Gaza.
El ejército condenó el incidente en la base de Tel Hashomer, que se produjo después de que los manifestantes consiguieran irrumpir antes de ser desalojados por la policía.
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"Irrumpir en una base militar es un delito grave y va contra la ley. Las IDF (Fuerzas de Defensa de Israel, por sus siglas en inglés) condenan este comportamiento violento e insisten en que los manifestantes sean llevados ante la justicia", dijo el ejército en un comunicado.
Las imágenes de vídeo compartidas por la policía israelí mostraban a decenas de hombres con los tradicionales trajes y sombreros negros que lleva la comunidad ultraortodoxa enfrentándose a filas de policías frente a la base.
La Corte Suprema de Israel ordenó en junio al Gobierno que pusiera fin a una exención de larga data y reclutara en el ejército a estudiantes de seminarios haredíes ultraortodoxos, a pesar de las enconadas objeciones de la comunidad y de los partidos religiosos de la coalición del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Las primeras convocatorias se enviaron hace unas dos semanas y los reclutas deben presentarse en los centros de reclutamiento.
La exención del servicio militar obligatorio para los judíos ultraortodoxos se remonta a los primeros días del Estado de Israel, cuando el primer primer ministro, el socialista David Ben-Gurion, eximió a unos 400 estudiantes del servicio militar para que pudieran dedicarse al estudio religioso. Con ello, Ben-Gurion esperaba mantener vivos conocimientos y tradiciones sagrados, prácticamente aniquilados en el Holocausto nazi.
En aquel momento, los haredíes eran una minoría, pero las exenciones se han convertido en un problema cada vez mayor a medida que la comunidad ha ido creciendo hasta representar más del 13% de la población de Israel, una proporción que se espera que alcance alrededor de un tercio dentro de 40 años debido a la alta tasa de natalidad.
El problema lleva décadas sin resolverse, pero la guerra de Gaza y la posibilidad de una guerra más amplia con Irán y el movimiento Hezbolá -apoyado por Irán- en el sur del Líbano, lo han puesto de relieve.
"El alistamiento de ciudadanos ultraortodoxos es una necesidad operativa y se está llevando a cabo de acuerdo con la ley. Las IDF están decididas a seguir avanzando en ello", dijo el ejército.
Con información de Reuters