El caso de la beba británica, Indi Gregory, que padecía una enfermedad incurable y murió el 13 de noviembre luego de la suspensión del tratamiento que la mantenía con vida en medio de una batalla judicial entre sus padres y el equipo médico que la atendía en Reino Unido, a la cual se sumó el gobierno italiano, trascendió en el mundo y, desde Argentina, la médica que coordina el área de Bioética del Hospital Garrahan, Fernanda Ledesma, remarcó que "cuando se judicializa un caso, hay un fracaso en la relación médico paciente", al explicar las diferencias de criterios entre países.
"Es correcto suspender el sostén vital cuando ya no tiene fines terapéuticos -como hicieron los médicos de Reino Unido-, pero nosotros nunca lo haríamos sin el acuerdo de los padres", dijo a Télam Ledesma.
"En nuestro medio sería intolerable. Los padres tienen que estar de acuerdo, tener a su hija o hijo en brazos", enfatizó y explicó que en este hospital consideran "fundamental" la comunicación y el trabajo en equipo con las familias, y que las sociedades latinas y anglosajonas son "muy distintas".
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"Siempre que se judicializa un caso hay un fracaso en la relación médico paciente. Cuando uno tiene que buscar terceros es porque eso está roto", remarcó.
Con información de Télam