La película Winnie The Pooh: Blood and Honey, interpretada por actores reales -Craig David Dowsett, Chris Cordell, May Kelly, Natasha Tosini, Maria Taylor- dista mucho de la edulcorada serie de animación conocida por todos, ya que se trata de un slasher, un subgénero del cine de terror en el que un psicópata mata sucesivamente a sus víctimas.
Con la ayuda de Rebecca Wheeler, especialista en efectos de maquillaje y prosthetics, el mítico osito se transforma en un asesino. En palabras del realizador del filme, Rhys Frake-Waterfield, recogidas por Variety, el protagonista y Piglet son representados como hombres con máscaras de un oso y de un cerdo y la película sigue a estos dos personajes como los villanos principales en pleno desenfreno después de ser abandonados por Christopher Robin, quien ya es adulto.
Ante la falta de la comida proporcionada por su examigo, los protagonistas tienen que aprender a valerse por sí mismos y se vuelven muy salvajes: Han vuelto a sus raíces animales; ya no son mansos: son como un oso y un cerdo viciosos que quieren ir por ahí a encontrar presas, explica el director.
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Incluso, Pooh y Piglet se comerán a Ígor, el burro de la historia. Es cuando Christopher regresa con su mujer para presentarle a sus viejos amigos, pero ellos se enfurecen al verlos. Todo el odio que ha acumulado a lo largo de los años se desata y se vuelven locos, afirma Frake-Waterfield, cuya película se encuentra en proceso de posproducción.
Con información de Télam