Los ministros de Energía de los estados que integran la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados liderados por Rusia (OPEP+) se reunirán este lunes para fijar cuáles serán los nuevos niveles de producción a partir de noviembre frente a un mercado que se muestra volátil y con una demanda indefinida.
Los precios del petróleo fijaron la semana pasada máximos de 80 dólares por barril para el tipo Brent, con una demanda que se puso más activa, a medida que los países salen de los confinamientos provocados por la pandemia del coronavirus.
El precio del petróleo alcanzó un máximo de tres años y está presionado por la alta demanda de gas por parte de los países europeos y del sudeste asiático que anticiparon compras para poder enfrentar el invierno.
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Los constantes precios del petróleo, el gas, el carbón y la energía están alimentando las presiones inflacionarias en todo el mundo, agravando la recuperación de la actividad y produciendo cuellos de botella, en el suministro de insumos básicos derivados del crudo.
El cartel petrolero decidió, en julio pasado, aumentar los bombeos unos 400.000 barriles de crudo por mes hasta fin de 2022 de manera de ir eliminando los casi 6 millones de barriles que fueron recortados a comienzos de 2020, luego de una guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita.
Si bien no hubo contactos oficiales entre funcionarios de Arabia Saudita y Occidente, fuentes diplomáticas de Washington admitieron que hubo conversaciones informales entre funcionarios de Washington y Riad. El barril de crudo acumula un incremento superior al 50% en lo que va de 2021 y mientras que el barril de la variedad WTI ganó en lo que va del año 54%, el tipo Brent se ubicó en 78,50 dólares, con un avance 51% en 2021, según cifras suministradas por el New York Mercantil Exchange (Nymex).
Los operadores indicaron que los precios del crudo se volvieron positivos tras informes de que China ha ordenado a grandes firmas de energía que aseguren el suministro para la entrada del invierno.
Los analistas estiman que si China presiona por más petróleo y los productores no aumentan sus bombeos, los precios podrían aumentar aún más y complicar el crecimiento económico en Europa. De allí que la reunión del lunes entre los ministros de Energía de la OPEP+ adquiere singular importancia.