La inflación opaca el crecimiento

La economía sigue creciendo fuerte pero las tensiones internas de la coalición oficialista por el acuerdo con el FMI, sumada a la incapacidad del equipo económico para frenar la inflación, le impiden al gobierno capitalizar este avance, prácticamente ausente durante el gobierno de la alianza Cambiemos.

Aún más, el hecho de que en el primer trimestre de este año la economía siga su fuerte rebote, que el año pasado llegó al récord del 10,3 por ciento del PBI, adquiere mayor relevancia si se toma en cuenta que durante esta etapa también se experimentó parte de la tercera ola de Covid. 

Los datos recopilados por la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE) son contundentes: la recaudación tributaria en febrero aumentó más de 8 puntos por encima de la inflación, donde los impuestos vinculados al mercado interno, como el IVA, aumentaron en términos reales 3 por ciento y la seguridad social, vinculada al aumento del trabajo registrado, creció un 13 por ciento en términos reales. 

En este sentido, una de las explicaciones para el aumento en el número de trabajadores, que según el Centro CEPA creció en el caso de los registrados en diciembre del año pasado un 0,5 por ciento, se relaciona con el crecimiento de dos rubros de mano de obra intensivos, como lo son la industria y la construcción. De acuerdo a FIDE, los grandes usuarios industriales reportados por CAMMESA aumentaron su demanda eléctrica en febrero un 22,6 por ciento en relación al mismo mes de 2020 y 17 por ciento en relación a febrero de 2019, es decir, frente a meses en el que el Covid no había afectado la economía.

Por caso, la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) informó que hubo un aumento mensual del 101,9 por ciento y uno interanual del 72,7 por ciento. Por el lado de la construcción, la demanda de energía de este sector en febrero de 2022 creció un 13 por ciento interanual, y en comparación con el febrero pre pandémico fue un 8 por ciento mayor. 

Incluso el movimiento de verano mostró un sostenido repunte, pues de acuerdo a datos de CAME relevados por FIDE la cantidad de turistas fue incluso mayor al verano 2020 pre-pandémico. Y si se lo mide en relación al verano 2021, hubo un 44 por ciento de mayor desplazamiento, y un gasto real 92,7 por ciento mayor.

Inflación y crecimiento 

De esta forma, la dinámica económica parece haber superado la tercer ola de covid, con lo que el dinamismo económico logrado por el gobierno en 2021 parece haberse retomado. Sin embargo, apenas se distribuyen sobre el grueso de asalariados, beneficiarios de planes sociales y jubilados queda licuado por la inflación.  

De hecho, frente a una inflación que en el bimestre alcanzó un 8,8 por ciento, y una de marzo que se perfila en un 5 por ciento, el actual sendero parece repetir un escenario similar al 2021, donde de acuerdo al Centro Cifra de la CTA la reactivación fue contemporánea a una caída en la participación de los asalariados, con “la contracara de la importante recuperación de la rentabilidad empresarias en detrimento de los salarios y de las empresas de menores dimensiones”.  

E incluso, a la problemática de la inflación debe sumársele ahora el reciente acuerdo con el FMI. En un más reciente informe, el propio CIFRA señaló que, aun cuando en el documento de preacuerdo con el organismo multilateral se planteaba como uno de los objetivos “la continuidad de la recuperación económica”, el propio diseño de las variables macroeconómicas y los compromisos asumidos por el gobierno llevaban a CIFRA a la conclusión de que era “poco probable que el programa sea exitoso”.