Inflación, crecimiento y empleo informal: costos de la postpandemia en Argentina y el mundo

El impacto de la pandemia y la guerra se combinan hacia un estancamiento global. Las consecuencias sobre Argentina.

24 de noviembre, 2022 | 00.05

La Argentina, con todas las dificultades generadas por los coletazos de la pandemia que persistieron en la primera parte del año y la guerra entre Rusia y Ucrania, finalizará el 2022 con buenas cifras de crecimiento económico y de empleo, tanto en términos de serie histórica como en comparación con las estimaciones y previsiones de otros países. Sin embargo, los altísimos niveles de inflación, lo que también fue atizado por el contexto global, aunque tiene sus particulares estructurales en la Argentina hace varios años, impide que esas importantes recuperaciones se reflejen en mejores condiciones de vida para los hogares.  

La intención oficial --porque no puede considerarse una estrategia sólida-- es que eso derramará en mejores ingresos, pero buena parte de la torta se la sigue llevando el sector empresario. De todos modos, la Argentina se apresta, de no mediar una crisis financiera o cambiaria local, a iniciar el próximo año con buenas perspectivas. Al menos, en eso coinciden las cifras que anticipan y relevan organismos como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario (FMI) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en sus últimos reportes.  

Crecimiento PIB 

El principal riesgo sigue siendo la inflación y el tratamiento global que se le da a ese problema. En su mayoría, apuestan a enfriar la economía y, con ello, el intercambio comercial se verá resentido. Así también la actividad y el empleo. "Las restricciones monetarias y fiscales adoptadas de forma descoordinada mermarán aún más el desarrollo económico y el comercio a escala mundial, y contribuirán a una mayor inestabilidad financiera y de los tipos de cambio, en particular en países, empresas y hogares altamente endeudados. En la actualidad, el riesgo de recesión en 2023 ha aumentado, como reflejan las revisiones a la baja de las previsiones del PIB para 2022", señala el último informe de la OIT. 

De acuerdo con las cifras del FMI, el PBI de la Argentina finalizará este año con un crecimiento este año de 4 por ciento y el próximo se ubicará en 2 por ciento. No son malos números teniendo en cuenta la recesión global que se avecina. Para Estados Unidos el Fondo prevé crecimientos del PIB de 1,6 y 1 por ciento para este año y el próximo respectivamente; para Brasil, de 2,8 y 1 por ciento; para Japón, de 2,2 y 2,3 por ciento; para Alemania, de 1,5 por ciento en 2022 y recesión de 0,3 para el 2023; al igual que Italia, con 3,2 por ciento este año y -0,2 por ciento el que viene, para Francia mejoras de 2,5 y 0,7 por ciento; para España de 4,3 y 1,2 por ciento respectivamente y para Reino Unido, de 3,6 y 0,3 por ciento.  

Pese a que los efectos de la pandemia de COVID-19 disminuyeron en la mayor parte de los países, la confluencia de varias crisis económicas y geopolíticas dificulta la recuperación del mercado de trabajo en todo el mundo. "Cabe prever que dichas crisis sigan exacerbando la desigualdad en el mercado de trabajo a raíz de sus efectos desproporcionados en determinados grupos de trabajadores y empresas, al tiempo que aumenta la disparidad entre las economías desarrolladas y los países en desarrollo", señala la OIT. 

Empleo 

La desaceleración económica no solo se refleja a nivel global en el número de empleos sino también en la desigualdad según puestos y en la cantidad de horas trabajadas. La recuperación de la cantidad de horas de trabajo constatada a comienzos de 2022 no continuó y siguen dándose amplias diferencias entre regiones y grupos de ingresos. Según varias estimaciones, en el tercer trimestre de 2022 la cantidad de horas de trabajo fue un 1,5 por ciento inferior al nivel registrado en el cuarto trimestre de 2019 (nivel de referencia registrado antes de la crisis), lo que representa a un déficit de 40 millones empleos a tiempo completo. 

De acuerdo con las cifras de la OIT, hasta la primera mitad del año el desempleo en Brasil ascendía a 13,6 por ciento; en Chile, a 8,2 por ciento; en Colombia, a 13,1 por ciento; en Ecuador, a 6,1 por ciento; en Uruguay, a 10,3 por ciento; en Estados Unidos a 4,1 por ciento; en Francia, a 7,5 por ciento; en Alemania, a 3,2 por ciento; en Países Bajos, a 3,5 por ciento; en China, a 4,2 por ciento; en Japón, a 2,6 por ciento; en Alemania, a 3,2 por ciento y en Reino Unido, a 4 por ciento. La Argentina cerró el segundo semestre con una desocupación de 6,9 por ciento y una subocupación de 11,.1 por ciento. El 26.5 por ciento es no asalariado. 

"El aumento del empleo informal en 2021, en particular en los países en desarrollo, compensó plenamente las pérdidas registradas en 2020, a diferencia de la evolución del empleo formal. Se prevé que en 2022 el empleo informal aumente al mismo ritmo que el formal, y que ello ponga en riesgo la lenta pero ininterrumpida tendencia a la formalización constatada en los últimos 15 años", señala la OIT. Por otro lado, en los países de ingresos bajos o medianos se pone de manifiesto un claro déficit al respecto, a raíz de la adopción de medidas políticas menos eficaces y una menor capacidad para proteger la economía a lo largo del periodo de crisis. 

Inflación versus empleo 

Con objeto de hacer frente a la inflación, los bancos centrales subieron rápida y significativamente las tasas de interés, a fin de reducir el nivel de demanda y el aumento de precios. Las restricciones de política monetaria dificultan a hogares y empresas el acceso a la financiación, al tiempo que dan lugar a efectos indirectos adversos en los países en desarrollo. 

En ese contexto la cantidad de horas de trabajo en todo el mundo, que se había recuperado comienzos de 2022, a raíz del levantamiento de las restricciones impuestas durante la pandemia, en la primera parte de este año se redujo un 1 por ciento por debajo del nivel alcanzado antes de la pandemia (2019). 

América es la región en la que se registra una mejor situación en lo que va de 2022, puesto que desde el segundo trimestre de 2022 la cantidad de horas de trabajo rebasa el nivel que existía antes de la crisis. En el caso de Argentina, en términos interanuales, se sostienen los valores del año pasado, los que resultan similares a los de los años 2016 y 2017. En todos los sectores de actividad se observa crecimiento de sus dotaciones, a excepción de Servicios financieros y a las empresas (-0,2 por ciento). Se destaca el aumento en el Comercio (0,5 por ciento mensual).  

No obstante, la cantidad de horas de trabajo sigue estando muy por debajo del nivel anterior a la crisis. Pese a que África y los Estados Árabes muestran una tendencia al alza en 2022, siguen presentando una amplia brecha del 2 por ciento en cuanto a cantidad de horas de trabajo, con respecto al nivel anterior a la crisis. En Asia y Pacífico se registró una disminución de 1,2 puntos porcentuales en el segundo trimestre de este año y posteriormente se ha producido una mejora moderada de 0,6 puntos porcentuales, habida cuenta de que la actividad en China comenzó a recuperarse a raíz del levantamiento parcial de los confinamientos.  

La situación en Europa y Asia Central empeoró durante dos trimestres consecutivos, lo que ha dado lugar a pérdidas acumuladas de un punto porcentual. "Esa tendencia a la baja obedece a la disminución de la cantidad de horas de trabajo en Europa Oriental como consecuencia del conflicto bélico en Ucrania", señala la OIT. 

Desigualdad 

La crisis de COVID-19 afectó más a los trabajadores de cualificación baja o mediana durante la recesión. De los datos trimestrales disponibles se desprende que la situación de los profesionales de alta cualificación (directivos, profesionales y técnicos y profesionales conexos) se recuperó ampliamente en el segundo trimestre de 2022, y que actualmente es mejor que antes de la crisis, al haber evolucionado a un ritmo superior al registrado en el periodo comprendido entre el segundo trimestre de 2017 e igual lapso de 2019, según el informe. 

Por otro lado, el nivel de empleo para la mayoría de las profesiones de cualificación de nivel medio, en particular en los sectores de los servicios y las ventas, sigue estando por debajo del nivel registrado en el segundo trimestre de 2019. 

El nivel de empleo informal tanbién aumentó a un ritmo muy rápido en el periodo 2021-2022, tras la gran disminución que registró en 2020. Según nuevas estimaciones de la OIT sobre empleo informal19, representativas a escala mundial, de 2005 a 2019 el nivel de empleo formal aumentó a un ritmo más rápido que el nivel de empleo informal, lo que dio lugar a un proceso paulatino de disminución del índice de empleo informal de 5 puntos porcentuales. 

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