Los ingresos tributarios del Tesoro porteño sufrirán una fuerte baja cuando el Banco Central traspase su deuda al Tesoro Nacional. Es que una parte de la recaudación de la Ciudad de Buenos Aires surge de gravar con Ingresos Brutos los pases del BCRA. El ex presidente Mauricio Macri y el diputado nacional Cristián Ritondo salieron al cruce del Gobierno para que repare económicamente a la Ciudad.
Esos ingresos tributarios representan aproximadamente el 20% de lo que el gobierno porteño recauda por ese gravamen. Las nuevas Letras de Regulación Monetaria no podrán ser gravadas con ingresos brutos. Hasta ahora, la Ciudad le aplica una alícuota equivalente al 8% a esas operaciones de intermediación financiera. Como la mayoría de los bancos tienen su sede en la Ciudad de Buenos Aires, este impuesto representa un fuerte ingreso para las arcas porteñas.
Esto explicaría por qué el jefe de gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, volvió a reclamar con fuerza que el Tesoro cumpla con el fallo de la Corte Suprema que establece que el Estado Nacional debe devolverle a la Ciudad la Coparticipación Federal que le quitó el gobierno de Alberto Fernández.
Fernández había achicado por decreto el porcentaje de Coparticipación Federal por aproximadamente un punto para dárselo a la provincia de Buenos Aires, con el fin de que financie a la policía bonaerense. Para compensar esos ingresos, el anterior gobierno de Horacio Rodríguez Larreta gravó con ingresos brutos las operaciones de pases del Banco Central. La alícuota del 8% de Ingresos Brutos permitió subir la recaudación de ese gravamen en un 20%. En 2023 el gobierno porteño recaudó casi $800.000 millones gracias a este tributo.
En la red social X, Mauricio Macri apuró al Gobierno para que tome una decisión. En el posteo, sostuvo: "Desde antes de ser gobierno apoyamos al actual presidente. Sabíamos que se enfrentaría a una situación económica y social explosiva, y sin ninguna condición ni especulación lo acompañamos en sus iniciativas, especialmente en la materialización de la estratégica Ley Bases". "Para alcanzar esos cambios, hay una condición anterior aún más importante que crear nuevas leyes, y es cumplir con las existentes, en especial, cumplir con los fallos irrevocables dictados por la Corte Suprema. Ese es el caso de la deuda de coparticipación que la Nación mantiene con la Ciudad de Buenos Aires", sentenció Macri.
Y agregó: "No tengo dudas de que cumplir los fallos es la voluntad del Presidente, porque todos sabemos que sin instituciones (y no hay instituciones si no se cumplen las reglas), no habrá justicia, ni progreso, ni crecimiento, ni bienestar, ni inversiones".
Por su parte, Ritondo presentó un proyecto de resolución para que el Poder Ejecutivo transfiera los fondos correspondientes a la Ciudad. La situación actual respecto a la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires "necesita una solución urgente", sostuvo el legislador en sus redes sociales. La medida cautelar dictada por la Corte Suprema "debe ser acatada para restablecer los fondos que fueron modificados unilateralmente por el anterior gobierno kirchnerista", remarcó.
Dudas sobre la segunda etapa del Gobierno
Caputo y Bausili mantuvieron este lunes una reunión con las entidades bancarias privadas y públicas, tras el anuncio del comienzo de la "segunda etapa" del plan de estabilización económica, cuyo eje será "la emisión monetaria cero". Los funcionarios nacionales recibieron a los referentes del sector financiero para brindarles detalles del nuevo esquema por el cual el BCRA le pasará su deuda al Tesoro y avanzaron en las precisiones sobre las Letras de Regulación Monetaria (LRM), el instrumento que servirá para regularizar este traspaso y será administrado por la autoridad monetaria pero con un interés pagado por el Tesoro.
La duda yace en que no se sabe cómo hará el Tesoro para pagar ese traspaso de deuda. De momento no está claro si habrá una devaluación que incrementará la recaudación, si habrá mayores ajustes para afrontar los vencimientos, o si el Gobierno tomará deuda externa con el objetivo de cancelar pagos. Si no hay un sendero claro, la incertidumbre respecto a un posible default se acelera.