Eric Cantona se convirtió en un jugador idolatrado en sus 13 años de carrera por su estilo exquisito futbolístico, pero lo que definitivamente lo hizo trascender no fue un gol, sino una reacción. Este 25 de enero se cumplen 30 años de la memorable patada que le asestó a un hincha en la tribuna que lo había agredido y por el cual el francés pasó a transformarse en un símbolo del antifascismo.
En 1995, Manchester United visitó a Crystal Palace en Selhurst Park y, más allá del 1 a 1 final, los flashes se quedaron con lo que sucedió con el talentoso delantero que consiguió 8 títulos con la camiseta de los "Red Devils". En un partido que ya venía con pierna fuerte, pero con ninguna amarilla, todo se desvirtuó en la etapa complementaria.
A los 49 minutos, Eric derribó a Richard Shaw y el árbitro decidió mostrarle la roja al instante. Visiblemente enojado con las decisiones arbitrales, mientras se marchaba hacia los vestuarios, el futbolista galo escuchó un insulto desde la platea que no pudo dejar pasar. "Andate a Francia, hijo de puta francés”, oyó de manera perfecta de Matthew Simmons, un hooligan de Crystal Palace que había bajado varios escalones para hostigarlo.
Lejos de obviar la agresión, Cantona fue directo a buscarlo y, con los carteles de publicidad de por medio, le pegó una patada voladora en el pecho que tumbó en el piso al hincha racista. “Patear a un fascista no se saborea todos los días; me arrepiento de no haberle pegado más fuerte”, comentó años después Cantona, quien, lejos de arrepentirse, mostró su personalidad para enfrentar acciones xenófobas y de racismo.
El jugador surgido en Auxerre es nieto de españoles republicanos exiliados en Francia, de origen gitano, por lo que el agravio de Simmons lo tomó como algo muy personal. Con el tiempo, la prensa británica logró concluir que el hincha había participado en actos de extrema derecha y que, incluso, se autodefinía como racista.
Aunque fue sancionado con nueve meses sin poder jugar de forma oficial, con una multa de 30.000 dólares y más de 130 horas de servicios comunitarios, Cantona no cambió su forma de pensar con el correr de los años: "He recibido millones de insultos, pero en ocasiones uno es frágil y fue lo que pasó ese día".
Crystal Palace, lejos de sancionar a Simmons, dejó en claro sus valores: le renovó de manera automática el abono. Pero la acción de Cantona continúa recorriendo el mundo a pesar de los años como un acto de justicia y de rebelarse ante el racismo, incluso aún en el deporte.
"Creo que es un sueño para algunos dar una patada a ese tipo de gente. Así que lo hice para ellos, para que estuvieran felices. Y ellos hablan hasta hoy al respecto. He visto muchos jugadores marcando goles y todos ellos saben la sensación. Pero esta, de saltar y patear a un fascista, no es algo que se saboree todos los días", concluyó Cantona sobre aquella historia que todavía hoy se recuerda.
Los números de Erica Cantona en su carrera
- Partidos: 439.
- Goles: 165.
- Asistencias: 69.
- Títulos: 11