Pandemia, crisis económica y oposición irresponsable: llegó el invierno

27 de junio, 2020 | 19.00

Hace unas semanas publicamos una columna sobre la aproximación del invierno, en la que reseñábamos los tres desafíos que debía afrontar el Gobierno en la estación fría: el aumento de la velocidad de la propagación del virus y su impacto en el sistema sanitario, el deterioro socio-económico después de un trimestre de freno en la actividad y la embestida de un bloque opositor comandado por los agentes económicos más poderosos en procura de un desgaste acelerado de la administración peronista.

El mensaje del viernes plantó al Gobierno en un endurecimiento del aislamiento social obligatorio y de las restricciones de movilidad en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) para contener el crecimiento exponencial del número de contagios en esa región, acompañando la decisión sanitaria con la continuidad durante el trimestre invernal de los amortiguadores de la recesión: el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) y los créditos a tasa 0% garantizados por el Estado para MyPEs.

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El Presidente expuso flanqueado por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, quienes a su turno hicieron uso de la palabra.

En este escenario nuevamente emergió el comentado cinismo amarillo. Horacio Rodríguez Larreta disertó sobre la importancia de la cuarentena como única medicina eficaz contra el virus y destacó el “trabajo coordinado” de las tres jurisdicciones. Lo hizo impávido, a pesar de que semanas atrás había liberado por completo las restricciones para la actividad comercial y el libre uso de los parques para las actividades deportivas y/o recreativas, impidiendo cualquier coordinación con los municipios lindantes y partes del mismo continuo urbano. Esta decisión fue el principal motivo de aumento en el número de infectados por circulación del virus en el AMBA, dada la interacción del conjunto de distritos urbanos. Como lo señalamos anteriormente “el volátil humor porteño” no puede marcar el devenir de la Argentina

Contrastando con la ambigüedad política del Jefe de Gobierno, el Gobernador Axel Kicillof habló con precisión del difícil trance que atraviesa el conurbano bonaerense. En esa línea, graficó el esfuerzo apresurado para aumentar la oferta de unidades de terapia intensiva y respiradores -en un distrito donde la anterior mandataria consideró innecesario la construcción de hospitales-, tiempo para esa realización que fue alcanzado con la vigencia de la cuarentena, dilatando la demanda del sistema de salud.

Kicillof habló con consistencia y serena preocupación real por la suerte de sus gobernados, sin idas y vueltas, exteriorizando las diferencias profundas por las que transita el país a pesar de los esfuerzos del Presidente por forzar la convergencia necesaria en el marco de la pandemia.

Esta reseña de lo ocurrido en el anuncio expresa las tensiones en torno al riesgo de desmadre sanitario, pero el cuadro económico puede presentar aristas más gravosas para el recorrido de los próximos meses de bajas temperaturas.

El trimestre de cuarentena otoñal fue muy duro con la actividad. En principio porque se ingresó al mismo desde una economía que venía del deterioro macrista, con una caída promedio anual del 1% PIB en el lapso 2016-2019 y con un dato negativo de desempleo que alcanzó el 10,1% en el primer trimestre 2020.

Las empresas y las familias acometieron el aislamiento social obligatorio en el período abril/junio con escaso resto, dados los golpes previos descriptos. Las medidas de intervención gubernamental para asistir tanto al sector formal de la economía como al informal permitieron soportar el difícil tránsito y, paradójicamente, la ruptura más pronunciada se produjo en el distrito más rico de la Argentina.

El interrogante que surge en la nueva fase de la pandemia es si los paliativos previstos serán suficientes para afrontar un nuevo trimestre de caída de la economía.

El Gobierno ha invertido hasta ahora estímulos fiscales por 2,9% del PIB. Este guarismo, según un relevamiento publicado por la Universidad de Columbia para mediados de mayo, ubica a la Argentina levemente por encima del promedio de inversión fiscal contra la pandemia realizado en América Latina -del 2,4% del PIB- y con menos de la mitad de lo aplicado por los países ricos, que ascendió al 6,7% del PIB.

Estos indicadores permiten ver dónde se paró el Gobierno en el otoño. El invierno exige un esfuerzo mayor por la prolongación en el tiempo de la propagación del virus y también por los desafíos estructurales para la salida de la pandemia.

El bloque opositor embiste contra cualquier intento de avance en una modificación de fondo en la distribución de los ingresos y en la regulación de mercados. El estancamiento del impuesto a los ricos y el ataque judicial a la administración estatal del fallido grupo agroalimentario Vicentín son muestras de lo afirmado.

El cuidado del pueblo realizado hasta ahora requiere un escudo económico mas grueso que el actual. Sino, el enorme riesgo de convergencia de un colapso sanitario provocado por una desesperada ruptura de la cuarentena ante el desplome económico sellará el fracaso de las acertadas políticas del Gobierno y el triunfo de las pretensiones de los sectores más oscuros y antipopulares del país, que fueron desalojados en diciembre pasado por un contundente triunfo popular.

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Roberto Feletti

Actualmente es secretario administrativo del Senado de la Provincia de Buenos Aires. Desde 2015 hasta 2019 se desempeñó como secretario de Economía y Hacienda del Municipio de La Matanza. Anteriormente ha ocupado diversos cargos y funciones, entre los que se destacan: diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires y presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja (2011-2015);  viceministro de Economía de la Nación (2009-2011); vicepresidente del Banco de la Nación Argentina (2006-2009); ministro de Infraestructura y Planeamiento de la Ciudad de Buenos Aires (2003-2006) y presidente del Banco de la Ciudad de Buenos Aires (200-2003). Además es docente en la materia Administración Financiera en la Universidad Nacional de Moreno, tarea que ha desarrollado en otras universidades.