Ghana llegó al Mundial después de haber igualado 1-1 ante Nigeria y de esta forma clasificó a la Copa del Mundo. Y se convirtió en la primera selección africana que clasifica al Mundial de Qatar. Luego, más tarde, Senegal también alcanzó el torneo. Después, los hinchas de la selección nigeriana invadieron el campo de juego en señal de protesta por haberse quedado afuera.
Ghana avanzó por la regla de los goles fuera de casa tras empatar 0-0 como local en la ida, y participará en su cuarto Mundial después de sus apariciones consecutivas entre 2006 y 2014. Los visitantes se adelantaron en el Estadio Nacional Moshood Abiola a los 10 minutos con un disparo de Partey desde fuera del área que se coló por debajo del guardameta local Francis Uzoho.
El local, favorito para llegar al Mundial, igualó por medio de un penal de William Troost-Ekong, pero no pudo volver a marcar y se quedó fuera del torneo. Nigeria había clasificado para seis de las siete Copas Mundiales anteriores desde Estados Unidos 1994.
Más tarde Senegal es el 22° clasificado al Mundial de Qatar tras eliminar, en condición de local, a Egipto 3-1 en la tanda de penales. Luego de haber perdido en la ida en la tierra de Los Faraones por 1-0, el conjunto liderado por Sadio Mané ganó por el mismo marcador el partido de vuelta disputado en Diamniadio, Dakar, lo que derivó en la definición desde los 12 pasos tras jugar dos tiempos extra.
En el estadio Estadio Abdoulaye Wade, con casi 50 mil personas y lásers verdes que hostigaban a los jugadores egipcios, el equipo senegalés consiguió su pasaje a la Copa del Mundo por segunda edición consecutiva, luego de Rusia 2018. En un partido más vibrante y con más peligro en las áreas que el de 4 días antes, Senegal impuso condiciones desde el inicio y logró, a los 3 minutos, empatar la serie gracias a un gol en contra del volante derecho Hamdi Fathi. El primer y segundo tiempo serían con la misma tónica, con el equipo senegalés manejando la pelota, jugando por las bandas con Mané y Sarr, y rematando más al arco (25 en total), con un conjunto egipcio que apostaba a las contras de Salah, Marmoush y Trézéguet pero sin hacer mucho daño.
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