(Por Gabriela Albernaz) Artistas de distintas compañías y estudios argentinos seleccionados que participan por primera vez del Festival de Diseño de Londres, uno de los eventos más importantes e influyentes del mundo en esa disciplina, muestran su larga tradición en el país con productos innovadores que respetan la naturaleza y la impronta de los materiales autóctonos, como los trabajos de cestería que realizan artesanos de Copacabana, una localidad del norte cordobés donde se resguardan técnicas ancestrales de trabajo con hojas de caranday, especie nativa en riesgo de extinción.
Bajo la propuesta “Experiencia creativa: de Argentina para el mundo” que impulsa la Cancillería argentina con la idea de crear un marco para posicionar e insertar a empresas argentinas, los artistas intervienen con sus diseños y productos hasta el próximo domingo el emblemático edificio de la residencia oficial en Londres del embajador argentino, Javier Figueroa.
La muestra se centra en la multiplicidad de prácticas que van desde el diseño de ropa y textiles hasta los instrumentos musicales y las experiencias inmersivas, enfocadas en la funcionalidad, la creatividad argentina y también apuntando a crear soluciones en el contexto de los actuales problemas sociales y ambientales.
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Este año, Argentina también es el único país en participar como “Championed Partner” (patrocinador principal), una categoría que permite una visibilidad destacada entre actores claves del sector y medios especializados que pueden recorrer las diferentes salas de la residencia intervenidas por las marcas Animaná, Blackñandú, Casa Capital, Cabinet Óseo, Chapanegra, Mercedes Costal, Eter Studio, García Bello y Kaly Gryb, Matara, Illari, Matriz Design, Maydi, Oruga, O-Guitars, Leticia Paschetta, Milagros Pereda, Nicole Tursi, Velasco y la galería The White Lodge.
"Lo que tiene Argentina es que cuenta con una serie de talentos y creatividades que por muchos años no se visibilizaron ni adentro ni afuera, o inclusive no venían reconocidas, porque faltaba el lenguaje o las etiquetas", asegura a Télam el director de Comunicación de Contenidos y Digital del Festival de Diseño de Londres, Gianfranco Cicco, un ítalo-argentino radicado en el Reino Unido.
El diseñador celebra y presenta el diseño como una fuerza que puede cambiar cualquier disciplina o industria, y no sólo la parte estética focalizada en el objeto. "Londres ofrece una plataforma de mucha curiosidad donde a la gente le interesa menos de donde venís y más lo que tenés para ofrecer", apunta Cicco, que también es ingeniero industrial, recibido del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), hizo un máster en el Politécnico di Milano y ha trabajado como director de iniciativas como el World Business Forum y Social Media Week.
Para Cicco, que vivió en Milán, Amsterdam, Madrid, Tokio y ahora está radicado en Londres, lo más importante es que Argentina "tiene muchos recursos culturales, intelectuales con los que hoy puede empezar a proponer soluciones y que sea parte de este festival con tanta diversidad de pensamiento y disciplinas, también obliga a volver a contar mejor esas historias". Y acota: "Afuera están los clichés, como que Argentina es fútbol, tango, vinos o asados".
La sustentabilidad y el medio ambiente son una dimensión importante en el desarrollo y la producción de los diseños que se presentan en el Festival. En ese marco irrumpe The White Lodge, una galería cordobesa especializada en el arte ambiental y dirigida por la curadora Georgina Valdez Cristofani que presenta una selección de dos artistas que promueven la sustentabilidad medioambiental con piezas realizadas en materiales locales.
Se trata de Claudia Santanera, que interviene varias piezas que conforman un espacio habitable en cestería con tejido en palma caranday y trabaja con un pueblo de artesanos de Copacabana, localidad del norte cordobés donde se resguardan técnicas milenarias con ese material.
"Ellos a través del tejido cuentan su historia y mi trabajo es poner en escena esas historias. Soy como una intermediaria que a la vez les da visibilidad a su trabajo, investigando formas y tamaños, redescubriendo y conectando con el arte contemporáneo", relata Santanera a Télam.
También es de la partida el envío de Sheila, que trabaja con esculturas experimentales y objetos realizados con materiales compostables de descarte doméstico como café, cáscara de huevo, yerba mate o cúrcuma.
"Lo que proponemos tiene que estar en sintonía con las necesidades humanas y con el desarrollo y el bienestar de las personas y este festival nos interesa porque creemos que tiene una mirada sobre el diseño que está más cerca a la mirada del arte", señala Valdez Cristofani.
En diseño de indumentaria, las marcas Maydi, Milagros Pereda, Animá y García Bello, también trabajan con materiales que cuidan y respetan el entorno, con lanas, tejidos orgánicos y fibras naturales de distintas regiones del país.
Animá, utiliza procesos de producción sostenibles y atemporales en colaboración con productores y artesanos de comunidades vulnerables para preservar sus tradiciones artísticas. Mientras que Juliana García Bello recupera objetos obsoletos como prendas que ya no se usan y le da una nueva vida volviéndolos a la circularidad y aplicando una metodología conocida como "upcycling", que aprendió de su abuela. Las prendas están inspiradas en el espíritu de la Patagonia argentina y actualmente su firma está trabajando en los Países Bajos.
En la muestra también la arquitecta Leticia Paschetta, que intervino el jardín de la residencia con un trabajo único que fusiona, arte, diseño y juego, con un mínimo de materias primas, creando una experiencia espacial a través de un concepto llamado "paisajes lúdicos", inspirado en la necesidad de crear espacios de libertad que estimulen el movimiento.
Y a su vez, Gastón Luna, de Casa Capital, un joven diseñador industrial cordobés que presenta una innovadora mesa de café, que es a la vez un parlante pero que no tiene ningún cable, emite música a través de un sistema de vibración y se conecta a bluetooth o cualquier aplicación.
Por su parte el curador Wustavo Quiroga, presidente de la Fundación IDA, una organización sin fines de lucro dedicada a la investigación, recuperación, conservación, difusión y la puesta en valor del diseño nacional, despliega para esta ocasión una serie proyectos icónicos elegidos según su relevancia histórica. "Se preparó un envío que tiene dos bloques: una parte histórica y una contemporánea. Con IDA trabajamos en la relevancia histórica para darle soporte al envío actual curado por Argentine Creative Experience", destaca en diálogo con Télam.
La Fundación posee colecciones en constante expansión, compuestas por documentos y objetos relacionados con los principales campos del diseño industrial, gráfico, de indumentaria y textil, así como con la teoría y la gestión.
Según Quiroga, trabajan sobre todo en los antecedentes de la historia del diseño que enmarcan a los grandes referentes argentinos que emigraron y que impactaron en circuitos internacionales como es el caso del arquitecto César Pelli en Estados Unidos, el publicista Carlos Bayala, en Londres o la diseñadora Paula Zuccotti, que trabajó en investigación de futuro para empresas como Google.
"El trabajo desde Fundación IDA, es hacer ese señalamiento para empezar a crear un relato del diseño argentino a nivel internacional, algo que hasta ahora nunca sucedió y que de alguna manera permite que las nuevas generaciones, cuándo entran al mercado puedan respaldarse con una marca país", subraya.
"Esto es algo que ya hizo Italia, Francia y que el diseño argentino perfectamente lo podría tener, dadas ciertas cualidades que tiene el país como su tendencia al emprendedurismo, con una diversidad territorial increíble y con una matriz cultural y productiva muy particular, además de grandes talentos a nivel intelectual, pensadores y estrategas que emigraron y que funcionan muy bien en otros contextos", detalla Quiroga, de profesión diseñador industrial.
"Hay algunas piezas claves que a nivel de curaduría o historia del diseño de los museos que son muy importantes. Una es el BKF, que es un asiento que se hizo en el 38, es super famoso y que está en la colección del MoMA de Nueva York", ejemplifica.
Para Quiroga, la clave también está en la exportación de servicios de conocimiento y productos de alta calidad. "Hoy en día no hace falta exportar solamente una pieza o materias primas, se puede exportar servicios intelectuales. La estrategia apunta a ese lugar", precisa.
"Lo importante aquí en primer lugar es la participación de Argentina, con lo cual el Festival va a poner su atención en los contenidos que vienen de este país. Es la primera vez que Argentina participa y que está como uno de los patrocinadores principales del Festival, con lo cual está en la grilla oficial", resalta y acota que con Cancillería, lo que se pudo hacer por primera vez, es trabajar una estrategia de marca país relacionada al diseño. "Eso es inédito, sobre todo porque nunca caduca", expresa.
En 2019, el Festival que este año cumple 20 años y estará hasta el 25 de septiembre, dio la bienvenida a un récord de 600.000 visitantes individuales de más de 75 países antes de la pandemia.
Con información de Télam
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