A tono con la mirada de artistas plásticos que a través de sus obras plasman la incidencia de la política en el destino de la ecología planetaria, el Centro de Arte Contemporáneo, de la Universidad de Tres de Febrero (Muntref) inaugurará el sábado 26 de marzo, una muestra de la artista vasca Rakel Gómez Vázquez, que toma como objeto al paisaje de Buenos Aires y de la franja norte peninsular de España planteando conexiones insospechadas entre la crisis medioambiental y el colonialismo.
La exhibición Piedra rima con hiedra, mármol rima con árbol está integrada por cuadros y fotos realizados con una técnica artesanal denominada cianotipia -consistente en la impresión de negativos en monocromo, que revela las imágenes en diversos tonos de azul- que en este caso, urden un ensayo sobre ecología política, informó Muntref.
Tomando como objeto la remoción y sustitución de la estatua de Cristóbal Colón en Buenos Aires por la de Juana Azurduy y la futura desaparición de las palmeras indianas (plantadas en la franja norte peninsular de España como símbolo del éxito colonial) a partir de la llegada del insecto conocido como Picudo Rojo, la artista postula que ambos hechos están interrelacionados y son sintomáticos de los efectos del capitaloceno, que considera que la acción humana siempre está atravesada por relaciones políticas y económicas de poder y desigualdades en el contexto del capitalismo global.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Según la artista, estos dos elementos, simbólicamente coloniales y de carácter monumental, padecen en el mismo tiempo hechos que permiten hacer un ejercicio ecocrítico visual. El objetivo es, a partir de la relación entre la aparición de una especie invasora sobre un símbolo colonial vivo y la desmonumentalización como política decolonial, mostrar cómo naturaleza y sociedad están interconectadas. Interpreto la infección que hará desaparecer los ejemplares plantados como un acto iconoclasta decolonizador, ya que se trata de una infección que es paradójicamente resultado del extractivismo de las políticas coloniales. Un insecto, originario del sudeste asiático, es catalogado como especie invasora tras ser obligado a migrar por la deforestación de los bosques que habitaba.
Con miradas similares sobre la creación artística, distintos artistas plásticos argentinos han abordado en los últimos tiempos, el vínculo entre arte, ecología y política: Pablo Lapadula, doctor en Ciencias Biológicas y artista visual, dedica su práctica a la reflexión sobre arte, ciencia y naturaleza con la serie "Zoología fantástica", donde construye una museografía taxonómica de especies biológicas; Adriana Bustos impulsa un proyecto comunitario de plantación de maíz y mandioca en tierras fiscales en Paraguay y en su obra trabaja cruces con la memoria política o problemáticas territoriales y raciales.
En tanto, Jimena Croceri experimenta con elementos cotidianos y cuerpos y representó al agua como canal de comunicación colectivo; mientras que Eduardo Molinari con su proyecto "Archivo Caminante", investigó la producción de monocultivo, especialmente soja, en articulación con la historia, la política y el sistema neoliberal en trabajos como "Los niños de la soja".
La propuesta de la artista vasca se enmarca en el proyecto Agurberriz seleccionado por el Programa de Internacionalización de Arte Contemporáneo Vasco EAS-EZE 2022 que impulsa el espacio Bitamine Faktoria, y que desde 2015, elige un proyecto artístico que se desarrolla durante varios meses en el País Vasco con el fin de presentarlo en el contexto artístico de la Ciudad de Buenos Aires.
La muestra, que se inaugurará el sábado próximo, a las 12, podrá visitarse hasta el 24 de abril, de manera gratuita en Muntref, Sede Hotel de Inmigrantes, de Avenida Antártida Argentina, de martes a domingos de 11 a 18.
Con información de Télam