Renunció el subsecretario de Cultura italiano, investigado por el robo de un cuadro renacentista

03 de febrero, 2024 | 08.22

El subsecretario de Cultura italiano, Vittorio Sgarbi, renunció en el marco del escándalo que generó una investigación por el robo de bienes culturales, entre ellos un cuadro valioso atribuido a Rutilio Manetti, que fue sustraído del castillo de Buriasco en 2013 y que reapareció en otra exposición como propiedad del político quien, además, fue señalado por cobrar por tareas de asesoramiento y otras actividades incompatibles con su cargo público.

Sgarbi dejó el cargo ayer tras el reclamo sostenido de la oposición. "Renuncio con efecto inmediato como subsecretario del Gobierno y lo comunicaré en las próximas horas a la primera ministra, Giorgia Meloni", sostuvo ayer sobre cómo ejecutará la formalidad.

Más allá de que la investigación llevaba ya meses, el funcionario sorprendió porque anunció que se alejaba del cargo en el marco de una conferencia sobre el célebre artista renacentista Miguel Ángel. "Ahora soy solo Sgarbi, ya no soy subsecretario", añadió en la despedida.

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Fiscalías del norte y centro de Italia investigaban a Sgarbi por la expropiación de obras de arte, según informaron a principios de enero el diario Il Fatto Quotidiano y el programa de investigación Report del canal público RAI, en lo que sería un nuevo caso donde un funcionario europeo atenta contra el patrimonio cultural nacional tras el resonante caso del Museo Británico, donde desaparecieron cerca de 2.000 pequeños objetos históricos mediante pequeños robos ejecutados de manera sistemática a lo largo de años.

La decisión de Sgarbi se produce luego de que se hiciera público el caso. Mientras Sgarbi sostiene que la obra expuesta en la ciudad de Lucca dentro de la muestra "Los pintores de la luz" es "una copia" del cuadro de Manetti perdido 10 años atrás, la Fiscalía de Macerata, localidad donde reside Sgarbi, solicitó que la policía italiana interrogue a un restaurador y a los propietarios de la empresa Reggio Emilia que habría hecho la copia del lienzo en cuestión, valuado en cientos de miles de euros y registrado en la base de datos de Interpol de obras de arte perdidas, desaparecidas o robadas.

Antes de 2013 el cuadro estaba en el castillo de Buriasco, propiedad de Margherita Buzio, quien se había negado a vendérselo a Sgarbi, luego de que un colaborador del funcionario le hubiera ofrecido comprarlo.

Según la prensa, la propietaria de la pieza habría denunciado que ladrones habían entrado en el castillo, cortado y retirado el lienzo de Manetti, dejando en su lugar una fotografía de la obra. Pero el cuadro exhibido en Lucca sería diferente al de la aludida fotografía: una antorcha que se ve en el fondo de la tela y que no aparece en la captura fotográfica que la denunciante entregó como prueba.

El subsecretario, por su parte, dijo que encontró la obra "por casualidad" en Villa Maidalchina, una residencia de la nobleza adquirida en 2000 por Rita Cavallini, su madre, y reiteró que se trata de una copia. Ahora los investigadores tendrán que comprobar si esto es así o no.

La sospecha es que Sgarbi podría haber añadió una antorcha en el fondo del cuadro original "para despistar" y que no se lo identificara como la pintura robada.

Se trata de un funcionario controvertido, protagonista de numerosas polémicas en su país, como aquella en que se lo acusa de cobrar por tareas de asesoramiento a pesar de su cargo público, algo que la legislación italiana prohíbe expresamente desde 2004.

En Italia, nadie que desempeñe labores de Gobierno está habilitado en Italia a “ejercer actividades profesionales o trabajar como autónomo en materias vinculadas a su encargo”, pero el diario Il Fatto Quotidiano denunció el "caché de oro" que cobraría Sgarbi "pese a la ley", una operación que le habría aportado "300.000 euros en nueve meses”.

Con información de Télam