Si ya te cansaste de las hamburguesas con cheddar y las pizzas, los bodegones de Buenos Aires siempre son la vieja confiable que no hay forma de que falle. Lo único difícil será elegir entre tantas opciones. Milanesas, pastel de papa, asado, papas fritas, flanes en porciones bien abundantes. No hay forma de que alguno de los comensales se quede con hambre.
Por lo tanto, siempre es conveniente tener a mano una lista de recomendaciones de bodegones en Buenos Aires para recorrer o invitar a amigos, amigas y familia. Total, la comida rápida siempre estará a mano. Pero encontrar un buen bodegón puede ser más complejo.
Uno por uno, seis bodegones para recorrer en Buenos Aires
El Obrero
Hace alrededor de sesenta años, en el fabril barrio de La Boca, se fundaba El Obrero. Este lugar de comidas nace como una fonda que tenía de clientes a los obreros de las fábricas. Por supuesto que su nombre es en homenaje a quienes llenaban sus mesas cada día.
En aquel entonces ofrecía solo cuatro platos que se destacaban por ser abundantes y baratos. El lugar fue trascendiendo más allá del barrio y comenzaron a llegar comensales de otros lugares, incluso familias.
El Obrero fue ampliando su espacio y también su carta: entró así a la familia de bodegones de Buenos Aires. Si bien se amplió, no perdió para nada su esencia. Podés visitarlo en Caffarena 64 de lunes a sábados. Los domingos los obreros comen y disfrutan en casa.
El Antojo
¿Conocés el concurso de la mejor milanesa? Cuando llegues a El Antojo vas a conocer a las milanesas ganadoras en la edición del año 2017 del concurso.
El Antojo se encuentra en el barrio de Villa del Parque, en la calle Tinogasta al 3174. De lunes a viernes podrás ir para la cena, pero los fines de semana también, a almorzar.
Se trata de un gran salón, para aproximadamente 200 personas, muy acogedor para visitar con amigos o familia. Se sabe que sus mozos son muy cálidos y pacientes y que la presencia de su dueño es moneda corriente.
Los comentarios de los comensales son buenos. Ya desde la panera que sirven apenas te recepcionan, tenés que ir preparado para comer rico y abundante.
El Ferroviario
Ubicado en el barrio de Liniers, sobre Reservistas Argentinos al 200. El nombre de este bodegón es el nombre del Club del que forma parte. Lindero a la cancha del Club Atlético Vélez Sarsfield, podrás imaginarte que igual la esencia futbolera se hace sentir.
Si bien su propuesta gastronómica no es muy amplia, su parrilla tiene fama nacional. En su pintoresco salón vas a poder pedirte el clásico vino en pingüino acompañado de un sifón de soda. Sin dudas un verdadero clásico entre los bodegones de Buenos Aires.
El Puentecito
En el viejo y conocido barrio de Barracas, al sur de la Ciudad, encontramos El Puentecito. Su cercanía al Riachuelo nos permite imaginarnos que su nombre se debe a un puentecito que lo cruzaba. Y así es, aunque el viejo puente de madera ya no existe más.
Este bodegón inició como pulpería a mediados del Siglo XXVIII, y fue ampliándose hasta lo que es hoy. Actualmente, es un lugar familiar que ofrece una variada carta durante todos los días del año: parrilla, pastas, tablas, e incluso, afamados postres.
Podés visitarlo, si vas a estar por la zona, en Vieytes 1895. Te aseguramos que no te vas a arrepentir.
La Capitana
Su dueño es Nicolás Quirno un gastronómico que decidió unir dos de sus mayores intereses: la cocina y la política. Así fue como, en agosto de 2022, inauguró este espacio y gracias a la mirada de la arquitecta Ana Levembach se terminó de convertir en un homenaje a Eva Perón.
Para comenzar, se sugiere la abundante porción de rabas con alioli, salsa picante y teriyaki; las empanadas de carne braseada al horno de barro; los hongos al hierro salteados con ajo, oliva, perejil y tomates cherry; y la tabla con jamón natural, bondiola, queso ahumado, roquefort, nueces, pasas de uva, cebollitas, pepinillos y aceitunas. Entre los principales más elegidos del menú, se encuentra el pastel de papa Favorito de Juan Perón servido al hierro, gratinado y relleno de ternera braseada al horno de barro; la milanesa a la napolitana con papas fritas o puré; y el osobuco A la Antigua, braseado con champiñones y acompañado de boniatos.
Algunas opciones sin carnes son el pastel de boniato relleno de soja texturizada; y la ratatouille a base de zucchinis, berenjenas, zanahorias, pimientos y champiñones asados con salsa fileto y queso de almendras gratinado. También hay ensaladas como El Hecho Maldito, con hojas verdes, queso azul, peras asadas al malbec y langostinos; y la Mediterránea, con tomate fresco, mozzarella, albahaca, aceitunas, tomates confitados y alcaparras.
La sección de postres está protagonizada por combinaciones populares como el Vigilante con queso fresco y dulce de batata; el flan con dulce de leche y crema; el budín de pan de la casa; el tiramisú y el 17 de Octubre que integra banana, dulce de leche, crema, nueces y frutillas.
Este homenaje a Evita está ubicado en Guardia Vieja 4446, Almagro.
Manolo
Hace más de tres décadas un asturiano llamado Manolo Fernández consiguió un gran salón en el barrio de San Telmo. Entonces fundó este restaurante, que está entre los más importantes bodegones de Buenos Aires.
Cuando llegues a Manolo te vas a topar con un amplio lugar repleto de mesas familiares que comparten el momento. Típico de bodegón de barrio futbolero, sus paredes están cubiertas por camisetas de fútbol.
Dicen que es difícil saber qué elegir para comer por la amplitud y calidad de su carta. Pero ese pareciera ser el único problema que vas a encontrar. Ubicado en Bolívar 1299, abre todos los días por la noche y los fines de semana también al mediodía.