En Indonesia, un hecho insólito sorprendió a los habitantes de aquel país. Es que un hombre se encontraba trabajando frente a su casa cuando sintió un fuerte ruido que hizo temblar su residencia. Josua Hutagalung, un indonesio de 33 años y confeccionador de ataúdes, tuvo la desgracia y la dicha de observar cómo un meteorito cayó sobre su techo y luego lo hizo millonario. ¿Cómo fue esto posible?
El meteorito que cayó encima de la casa de Josua es un “condrita carbonácea CM 1/2” de 4.500 millones de años. Según los expertos, y de acuerdo a los componentes del objeto espacial, los mismos podrían tener indicios del origen de la vida.
“Estaba trabajando en un ataúd, cerca de la calle, frente a mi casa, cuando escuché un ruido que hizo temblar mi hogar. Fue como si un árbol nos hubiera caído encima, estaba demasiado caliente para recogerlo, así que mi esposa lo sacó con una azada y lo llevamos adentro. Me sorprende. Pero, sea lo que sea, espero una buena señal para nuestra familia“, agregó el hombre que ahora tiene una vida completamente diferente.
Gracias al meteorito que impactó sobre su techo, Josua Hutagalung se ha hecho acreedor de 1,8 millones de dólares. Los expertos aseguran que este objeto es realmente importante para el análisis sobre el origen de la vida y es por esa razón que el señor ha cambiado la desgracia que cayó sobre su casa por una gran cantidad de billetes verdes.
Impresionante descubrimiento: encontraron un superplaneta con un radiotelescopio
Un grupo internacional de astrónomos detectó por primera vez una enana marrón fría, también conocidas como superplanetas o estrellas fallidas, mediante la utilización de un radiotelescopio.
El hallazgo fue catalogado técnicamente como BDR J1750 + 3809 y se convirtió en el primer objeto subestelar en ser detectado a través de la observación de radio. Hasta el momento, las enanas marrones se habían encontrado con el método de estudio conocido como cielo infrarrojo.
El superplaneta también fue denominado como Elegast. Su hallazgo se logró gracias a la utilización del telescopio Low Frequency Array (LOFAR), ubicado en los Países Bajos. Más tarde también fue identificado por un par de observatorios en Mauna Kea, Hawai.
Este tipo de detección supone un importante avance científico, ya que los objetos espaciales con características como las enanas marrones (fríos y débiles) son más difíciles de encontrar mediante estudios infrarrojos. “Este trabajo abre un método completamente nuevo para encontrar los objetos más fríos flotando en las cercanías del Sol, que de otro modo serían demasiado débiles para descubrir con los métodos utilizados durante los últimos 25 años”, apuntó en un comunicado Michael Liu, astrónomo del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawai y coautor de una de las investigaciones.