A tan solo 40 kilómetros de San Salvador de Jujuy, se encuentra Ocloyas, un pequeño pueblo cargado de historia y con un atractivo natural impresionante: una cascada que cautiva tanto a los locales como a los turistas que buscan una escapada de fin de semana o durante las vacaciones.
Pero no solo eso, en esta misma zona se encuentra el Río Corral de Piedras, un verdadero paraíso de paz y belleza en el corazón del noroeste argentino. Este rincón es perfecto para aquellos que desean desconectarse de la rutina y el bullicio de la ciudad y reconectar con la naturaleza.
La mejor época para visitar Ocloyas es durante la primavera y el otoño, específicamente entre los meses de septiembre a noviembre y marzo a mayo. Durante estas temporadas, el clima es templado y agradable, lo que permite disfrutar de actividades al aire libre como caminatas, cabalgatas y avistaje de flora y fauna sin las inclemencias del calor intenso o las lluvias que caracterizan el verano y el invierno de esta zona del pais.
El nombre "Corral de Piedras" proviene de antiguas construcciones que se mantienen dessde hace años, posiblemente utilizadas como límites o corrales para el ganado. Entre los atractivos históricos, se destaca un molino construido por los jesuitas en 1615, que fue esencial para la molienda de maíz y trigo en la región.
El pueblo cuenta con cabañas y espacios para camping, lo que permite a los visitantes sumergirse en la naturaleza y desconectar de la rutina diaria. Se trata de algo mucho más que un destino turístico; es un refugio que transmite tranquilidad y serenidad en medio de un entorno natural incomparable
El Río Corral de Piedras atrae a los visitantes con sus aguas cristalinas que serpentean entre formaciones rocosas únicas. A lo largo de sus orillas, se pueden encontrar piscinas naturales ideales para refrescarse en días soleados y pequeñas cascadas que añaden un encanto especial al paisaje.
Los amantes de la naturaleza y la aventura encontrarán en el Río Corral de Piedras una gran cantidad de actividades para disfrutar. Desde caminatas por senderos naturales hasta emocionantes sesiones de rafting en las aguas tranquilas del río. Además, los pescadores también pueden deleitarse con la pesca deportiva en este entorno privilegiado.
Cómo llegar a la cascada Corral de Piedras en Ocloyas
Para llegar al Río Corral de Piedras desde San Salvador de Jujuy, comenzá tu recorrido desde el barrio Chijra, cruzando el Puente Gral. San Martín y luego continúa por la avenida Las Vicuñas y sigue la ruta provincial 35 sin desviarte hasta el final, donde encontrarás el cartel del lugar. Este pintoresco recorrido te llevará a través de paisajes cambiantes y colores vibrantes que caracterizan a la región de Jujuy.
El paraíso natural "oculto" en Argentina con una cascada mágica
Alemanía, un pequeño y encantador pueblo ubicado al sur de la provincia de Salta, fue testigo de tiempos prósperos seguidos de un silencio desolado, pero hoy en día resurge como un destino turístico lleno de encanto y naturaleza, lo que la convirtió en un destino ideal para una escapada de fin de semana. A pesar de su diminuta población de no más de 100 personas, este remoto lugar logró capturar la atención de los visitantes con su rica historia y su impresionante Cascada de Alemanía, rodeada de exuberante vegetación.
Hace más de un siglo, fue escenario de un ambicioso proyecto ferroviario que buscaba unir la ciudad de Salta con la frontera entre Chile y Argentina. En aquel entonces, el pueblo se convirtió en un bullicioso centro con más de 1500 habitantes y diversos comercios. Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial paralizó las labores ferroviarias, dejando el proyecto inconcluso y llevando a los habitantes a abandonar la región, convirtiendo a Alemanía en un pueblo fantasma.
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Años más tarde, el turismo fue quien rescató a este rincón remoto del olvido. Situada en la Ruta Nacional 38 y rodeada de paisajes fascinantes, Alemanía se convirtió en un punto clave en el recorrido turístico que permite explorar la majestuosa Quebrada de las Conchas y otros entornos de la reserva natural homónima. A pesar de su aislamiento, los pocos habitantes de Alemanía, en su mayoría artesanos y hippies, lograron sobrevivir cultivando sus propios alimentos y reutilizando todo lo que pudieron, debido a la falta de recolección de basura en el pueblo.
Además de la imponente Cascada de Alemanía, con una caída de agua de 15 metros, los visitantes pueden disfrutar de pintorescos paseos por sus calles empedradas y conocer la historia y las tradiciones de este lugar único. Sin duda, este puebli es un destino que no deja indiferente a nadie, e invita a desconectar del bullicio de la ciudad y sumergirse en la magia de la naturaleza.