El Bosque Energético de Miramar es una joya natural que brinda un verdadero escape del estrés de la vida urbana. Con su encantadora ambientación oscura y frondosa, miles de visitantes se sienten atraídos a este lugar para disfrutar de actividades como senderismo y turismo natural. Ya no es solo el mar lo que atrea a los visitantes, sino también la posibilidad de sumergirse en la belleza de su bosque durante una escapada de fin de semana.
Este pulmón natural de Buenos Aires se convirtió en una alternativa perfecta para aquellos que buscaban un respiro de aire fresco y un contacto cercano con la naturaleza. El bosque energético atrae a cientos de visitantes que quieren alejarse del ajetreo de las grandes ciudades y sumergirse en la tranquilidad y magia que ofrece este lugar. Además, los turistas también pueden visitar el vivero del bosque, que ofrece una experiencia única y diferente.
El bosque de Miramar tiene una atmósfera llena de mitos y leyendas que enriquecieron la historia de la zona. Se dice que seres misteriosos habitan entre sus árboles y que su magnetismo tiene la capacidad de revitalizar a las personas. Incluso se cuenta que hace muchos años un meteorito cayó en este bosque. Estos mitos y leyendas existieron desde la creación del bosque en 1924, cuando se implementó como un proyecto artificial para cubrir 14 hectáreas y crear una barrera que protegiera las construcciones cercanas al mar de la arena llevada por el viento.
Pero no se trata solo de mitos y leyendas, la excursión al bosque de Miramar ofrece actividades fascinantes para grandes y chicos. Un rito casi obligatorio fue jugar con ramas y tratar de retratar el "magnetismo" de la zona equilibrando las ramas en forma de "T". Este juego maravilla a todos los visitantes y mostra la magia que envuelve a este lugar.
El vivero del bosque es otro punto de interés para los visitantes. Con espacios más abiertos y servicios como un bar, restaurante, alquiler de kartings, parrillas y mesas, este complejo ofreció una experiencia única. Además, los más pequeños pueden disfrutar de juegos y paseos a caballo, mientras que los adultos pueden deleitarse con una impresionante vista de las copas de los árboles y apreciar el efecto de "manto cobertor" que generaron sus ramas.
La altura de los árboles es otro de los atractivos del bosque de Miramar. Según Carlos Pagliardini, guía del lugar, esto se debió a la falta de labor selectiva en la forestación inicial. "Cuando comenzó la forestación con la especie pinus pineas o pino piñonero se cubrieron las tres hectáreas de este lugar, en planta mucha cantidad para hacer un proceso selectivo a futuro para los pinos de mayor fortaleza; pero esa selección nunca se hizo". Esta falta de selección hizo que los árboles crecieran hacia arriba en busca de más luz solar, creando un impresionante paisaje oscuro y misterioso.
Ubicado a solo 5 kilómetros del centro de Miramar, este bosque es fácilmente accesible desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con aproximadamente 450 kilómetros de distancia, principalmente a través de la Ruta Provincial 2, los turistas pudieron disfrutar de un verdadero paraíso natural en el corazón de Buenos Aires.
Escapadas: el pueblo con los mejores ravioles del mundo a menos de dos horas de CABA
Tomás Jofré, un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, es el lugar perfecto para vos si buscas un destino para una escapada de fin de semana y disfrutar de paisajes rurales y una deliciosa gastronomía. De hecho, allí hay un restaurante que cada persona que lo visita sostiene que tiene los "mejores ravioles del mundo".
Tomás Jofré se convirtió en el primer Polo Gastronómico del Campo, este encantador pueblo te sorprenderá con sus restaurantes de campo, donde podés degustar exquisitos platos como asados criollos con carne de primera calidad cocida a la parrilla, acompañados de fiambres, pastas caseras y guarniciones. Almacén Fronteras, Antenor y Santa Victoria son los lugares más emblemáticos para probar estas delicias.
Pero sin dudas, uno de los restaurante más convocantes es Silvano. Fundado en 1924, este lugar ha mantenido viva la tradición culinaria durante cuatro generaciones. Domingo Eugenio "Minino" Silvano, de 81 años, es la tercera generación de inmigrantes italianos que llegaron al pueblo y quienes, desde sus inicios, se dedicaron a la cocina.
La buena comida y el servicio de calidad son las claves del éxito de Silvano. Y la gran estrella del restaurante son los ravioles. “La gente dice que tenemos los mejores ravioles del mundo, y lo dicen clientes que ha viajado y ha probado en otros lugares; ellos dicen que vuelven por los ravioles de Silvano porque no hay ninguno que los supere”, sostuvo Minino, en diálogo con La Nación.
Pero Tomás Jofré es un pueblo que ofrece mucho más que gastronomía. Además de sus deliciosos platos, este lugar te brinda la oportunidad de disfrutar de relajantes paseos por sus tranquilas calles y visitar la Capilla Nuestra Señora de Luján. También podrás recorrer los almacenes que rodean la plaza principal y sumergirte en una atmósfera de paz y tranquilidad, permitiéndote desconectar del ritmo de la ciudad.
Además, se puede visitar "El Mercadito Sustentable de Campo de la Estación de Tomás Jofré", una feria 100% agroecológica organizada por productores locales. Esta abre los fines de semana y dispone una gran variedad de productos locales: plantas nativas, panificados, verduras, huevos, mermeladas, cerveza artesanal, cosmética natural, quesos y fiambres artesanales, entre muchas otras cosas.